El carácter interdisciplinar y la transversalidad en la Inteligencia Artificial (IA) han logrado que este tipo de ciencia, sea a día de hoy, una herramienta clave para el futuro en el ámbito sanitario. La implantación de la IA en la medicina es ya imprescindible pues, gracias a ella, se estrechan los pasos hacia la nueva generación en la medicina, la medicina 5P: más preventiva, participativa, personalizada, predictiva y poblacional.
Desde la Fundación Merck Salud han dado con tres claves esenciales para comprender la forma en la que trabaja la Inteligencia Artificial en favor de la salud de la sociedad. “Gracias a la Inteligencia Artificial (IA), avanzamos en la prevención, el diagnóstico y el tratamiento de enfermedades, pero también en desarrollar nuevos medicamentos y mejorar la vida de los pacientes de una manera más eficiente”, asegura Carmen González Madrid, presidenta de Fundación Merck.
La Fundación Merck Salud trabaja desde 1991 con el objetivo de promover el bienestar de las personas que padecen patologías o enfermedades. Desde sus inicios, Merck Salud ha basado su trabajo en la promoción de la investigación clínica, el apoyo a la bioética, la difusión del conocimiento científico y la defensa de la salud.

Claves
Uso en diagnóstico y medicina personalizada en el ámbito oncológico: La implementación de la Inteligencia Artificial servirá para ayudar a tomar decisiones diagnósticas y terapéuticas de pacientes con cáncer.
Responsabilidad médico-sanitaria: Las grandes ventajas que presenta la IA, deben contrapesarse con la afectación a los derechos individuales. Según Merck Salud, se concluye que la metodología del compliance, en lo referente a la orientación preventiva basada en una primera observación y en un seguimiento dinámico posterior, esto puede ser una vía adecuada para prevenir los casos de responsabilidad médica por la utilización de la IA. La normativa sobre daños por productos defectuosos, tanto europea como española, y la regulación en materia de responsabilidad civil, resultan insuficientes para garantizar la adecuada cobertura de la responsabilidad por los daños que se causen a los pacientes a raíz de la asistencia sanitaria mediante sistemas de IA. En este sentido, como apunta la Comisión Europea, el legislador europeo y nacional deberán afrontar modificaciones para contemplar esta nueva realidad.
Transformación del sistema sanitario: El acelerado crecimiento de la inteligencia artificial en el ámbito sanitario, está generando múltiples preguntas. Todavía hace falta una tecnología de la información (TI) en los sistemas sanitarios que una a todas las partes involucradas y les facilite la interoperabilidad haciendo que fluya la información.
Esta transformación deberá contar con una visión abierta de la gestión de datos, independientemente de todos los permisos y salvaguardas necesarias que nunca se remplazarán por interfaces. Se basarán en modelos que permitan un flujo de datos clínicos básico, estos serán los precursores de la Salud participativa.