Agentes de la Guardia Civil, la Policía Nacional y los Mossos d'Escuadra han desarticulado en una operación conjunta dos grupos criminales especializados en robos con fuerza en cajeros automáticos mediante el uso de explosivos, artefactos que producían ellos mismos a partir de pólvora de petardos y otros objetos pirotécnicos.
Madrid se posiciona como la zona más afectada por los registros policiales ejecutados. Un total de 16 frente a los 23 registros realizados, cuatro en Málaga y tres en Toledo, según han informado este martes los tres cuerpos policiales.
En los registros se han intervenido una gran cantidad de billetes impregnados de tintas de seguridad de los bancos, numerosas armas de fuego y munición, balizas GPS, material de cerrajería para apertura de puertas, inhibidores de alarmas. También han encontrado material y ropa de Policía Nacional y Guardia Civil, además de objetos de lujo y matrículas falsas.
Los detenidos tenían sobre sus espaldas un amplio historial delictivo, cometían robos con violencia simulando ser miembros de las fuerzas de seguridad.
La investigación inició en agosto de 2022 a raíz de la investigación de dos robos con fuerza mediante el uso de explosivos en entidades bancarias de Málaga, en los que sustrajeron más de 82.000 euros. Meses después, el foco se puso en Valencia con otro robo y en Madrid en el municipio de Pinto, donde la banda cometió otro robo en grado de tentativa con explosivos en una entidad bancaria.
Siguiendo la investigación, los agentes detectaron otro grupo criminal cuyos miembros también cometían robos utilizando explosivos y que contaban con el mismo proveedor de explosivos caseros. Este segundo grupo, era responsable de siete ataques entre Barcelona, Madrid, Alcalá de Henares y Alcobendas, donde obtuvieron un botón de casi 550.000 euros.
En febrero de este año se cometieron tres robos con fuerza en Madrid; uno de ellos en un concesionario de vehículos de alta gama donde sustrajeron un vehículo; otro, en un establecimiento óptico de Majadahonda, de donde se llevaron gafas, monturas y alarmas valoradas en más de 10.000 euros, y el tercero, en grado de tentativa, en una entidad bancaria de Pinto.