Siguen llegando a la cartelera comercial los espectáculos del pasado festival de Mérida que más aceptación tuvieron. Llega el turno de Miles Gloriosus, la comedia de Plauto, que protagoniza Carlos Sobera. En las funciones del festival logró llevar a más de quince mil espectadores.
No deja de sorprender la capacidad de trabajo de Sobera. Con la actividad tan frenética que tiene en televisión, no ha dejado de subir a la escena en las últimas temporadas estrenando El ministro, 5 y ¡acción!, y Asesinos todos. Ahora encarna a un militar fanfarrón situado en Éfeso. Es un enorme narcisista, obsesionado por el sexo y que cree que todas las mujeres caen rendidas a sus encantos. A su lado está siempre Geta, el esclavo dispuesto a cualquier acción que ridiculice a su amo. El militar ha raptado a una joven y la tiene retenida en su casa. Ella, como pasa en casi todas las comedias, está enamorada de otro hombre, con el que puede verse en secreto. Todos en Éfeso desean dar un escarmiento a Miles Gloriosus así que entre los personajes principales urden un enredo, con la complicidad de las mujeres, que dejará en ridículo al fanfarrón. Algo parecido le ocurría al militar protagonista de El eunuco. Y el soldado fanfarrón también es un personaje recurrente en las comedias de nuestro Siglo de Oro. Pero obras clásicas como estas, también nos dicen que el vodevil ya se representaba hace dos mil quinientos años.
Con Miles Gloriosus creo recordar que debutó teatralmente Antonio Resines, también el festival emeritense el año 1989 y con versión de Alonso de Santos. La actual está firmada por Antonio Prieto.
Es agradable en estos tiempos ver una representación teatral con ocho actores en escena. Las mujeres de la historia están encarnadas por Elena Ballesteros, Elisa Matilla y Arianna Aragón. El elenco masculino lo integran Juanjo Cucalón, Ángel Pardo, David Tortosa y Antonio Prieto. La escenografía es de Alejandro Contreras y la iluminación de Miguel Ángel Camacho.
Pep Antón Gómez, el director, le ha tomado el pulso a la comedia greco latina. En 2015 consiguió un gran éxito con El eunuco, del romano Terencio. Tres años más tarde hizo su propia versión de La comedia de las mentiras, de Plauto, y ahora reincide con este autor. Las tres producciones pasaron por Mérida. Plauto, un siglo anterior a Terencio, se supone que estrenó más de cien comedias aunque, actualmente, solo un puñado de títulos se atribuye inequívocamente a él. Usó del lenguaje popular, sin eludir los chistes, la grosería, e incluso, la obscenidad. Anfitrión es la obra suya que más se ha representado en nuestros escenarios. Alonso de Santos también presentó en Mérida La dulce Casina. Sorprende que ya en el comienzo del siglo XX, en 1909, se estrenara en La Comedia, Los gemelos, con versión de Antonio Casero. Miles Gloriosus ha llegado tres o cuatro veces a las tablas en las últimas décadas.
Miles Gloriosus se representa en el teatro Reina Victoria.