Ángel Díaz cumple 100 años. (Foto: Nerea San Miguel)
Homenaje al siglo de vida de Ángel Díaz, uno de los vecinos más longevos de Torrejón
Por MDO
viernes 20 de diciembre de 2019, 14:39h
Alcanzar los 100 años resulta toda una proeza. Hacerlo con autonomía y sin necesidad de cuidados especiales refuerza aún más la hazaña. Ángel Díaz Ferrer, vecino de Torrejón de Ardoz, lo ha conseguido y ha recibido un homenaje por ello.
Reside desde hace 15 años en un piso que forma parte de un edificio de 120 viviendas tuteladas de la Comunidad de Madrid en las que viven 240 personas de más de 65 años. Se trata de un equipamiento social de alojamiento para mayores que conservan la autonomía personal pero carecen de una vivienda en condiciones adecuadas. Estos pisos están gestionados por la Consejería de Políticas Sociales, Familias, Igualdad y Natalidad, a través de Clece, desde el año 2013.
Sus seres queridos no quisieron perderse la fiesta, a la que se sumaron el viceconsejero de Políticas Sociales del gobierno regional, Javier Luengo, y la directora general del Mayor y la Dependencia, Begoña Cortés. Juntos le hicieron entrega de una placa conmemorativa y disfrutaron con un espectáculo de baile y una merienda.
“No merecía tanto, pero tenéis que saber que estos 100 años han sido vividos intensamente” expresó el cumpleañero. Con un siglo de vida a sus espaldas y a pesar de los achaques propios de la edad, demostró en el acto gran vitalidad y una mente muy despierta. Además, exhibió un sentido del humor que parece mantenerse intacto a pesar del paso del tiempo.
Nació en 1919 y dedicó su trayectoria profesional al área comercial de una empresa catalana, aunque acabó cambiando esta región por la madrileña. Con 3 hijos, 4 nietos y 5 bisnietos, cuenta que lo único que cambiaría de su vida sería la obligación de ir a la guerra, que le privó de estudiar: “Me sacaron del colegio y me dijeron que en lugar de un libro lo que necesitaba era un fusil para irme con las Brigadas Internacionales”.
A lo largo de su vida, comprobó que contaba con una sensibilidad especial para la escritura, una habilidad por la que ha recibido varios premios de literatura y de la que hizo gala en el homenaje. Tras el fallecimiento de su mujer y madre de sus hijos, conoció a su actual compañera de vida cuando cursaba un taller que comparten los mayores que viven en los pisos tutelados de Torrejón. En la fiesta, le dedicó unas palabras cargadas de emotividad después de presentarla como “otro de los premios” que le ha brindado vivir en esta suerte de residencia.
Tres lustros después de instalarse en las viviendas tuteladas, hacen balance y señala que “mejor no me pueden tratar”. Para Ángel ha sido “como vivir una segunda vida”. Rosa Estrada, directora del centro y también del homenaje, destacó el “orgullo” que sienten por que haya podido cumplir un siglo de forma amable y agradable. “Nos gusta hacerles sentir que no están en una institución y hemos preparado este acto con mucho cariño”, explicó.
Además de la entrega de la placa, de las palabras bonitas, los regalos emotivos y la tarta, los asistentes pudieron disfrutar del espectáculo de la Escuela de Danza Lola Zurita, que actúa en actos benéficos o de esta índole de manera altruista y solidaria. La propia Lola Zurita, directora y fundadora de la compañía, ejerce desde hace 40 años esta labor social y ha llevado sus ritmos al centro en numerosas ocasiones. Por ello, quiso estar presente en la celebración.
Los representantes políticos no se perdieron el homenaje
El viceconsejero de Políticas Sociales del Gobierno regional, Javier Luengo, y la directora general de Mayor de la Comunidad de Madrid, Begoña Cortés, asistieron al cumpleaños acompañados por representantes del Ayuntamiento de Torrejón de Ardoz para acompañar a Ángel en este día tan singular. “Intentamos trabajar día a día para que ustedes tengan un recurso como este. Nos hemos querido sumar a este ratito, y ha sido un placer” expuso Luengo, quien añadió que el Ejecutivo autonómico trabaja para poder ofrecer más pisos tutelados.
Por su parte, Begoña Cortés resaltó “las ganas de vivir y de hacer cosas que estaba viendo en el centro”. Un “envejecimiento activo que nada tiene que ver con el concepto que hay de los ancianos”, puntualizó. “Por estar como usted firmaba ya mismo” confesaba al cumpleañero mientras abogaba por seguir creciendo como sociedad con servicios de este tipo.