El 27 de enero de 1945, el ejército soviético libero el mayor campo de concentración de exterminio nazi que existió, situado en Auschwithz-Birkenau, en Polonia. En este campo fueron asesinados aproximadamente 2,5 millones personas (un total de 11 millones de seres humanos perecieron en la Europa ocupada por ser considerados inferiores).
Los horrores y los errores del pasado nos obligan, como sociedad democrática, a la reflexión sobre aquellos acontecimientos del pasado y sobre lo que está ocurriendo en la actualidad en nuestro país.
Los demócratas haríamos bien en preocuparnos y hacer autocritica con el aumento de la Ultraderecha, aunque nos cueste. Los mensajes de esta Ultraderecha representan un ataque a nuestra democracia, a nuestros derechos y libertades y tenemos que reaccionar para poner freno a las ideas del odio y segregación.
Si hace apenas cuatro años nos felicitábamos por ser uno de los pocos países de Europa en el que ningún partido que se declarase abiertamente con la ideología de la extrema derecha hubiera llegado a entrar en las Cortes Generales o a formar parte de alcaldías de nuestro territorio, en la actualidad esto ha cambiado e incluso ha arrastrado a aquellos partidos políticos que se consideraban de centro derecha a la radicalización de su discurso.
Estamos presenciando como se intenta embarrar el discurso político, con argumentos fascistas que dinamitan las bases de nuestra democracia y que pensábamos que ya estaban desterrados.
Este discurso de odio se ha implantado por parte de los acólitos de esta formación en las redes sociales y en buena parte de los comunicadores de nuestro país, estos diariamente legitiman el odio, defienden y difunden las mentiras transformadas en titulares en sus medios de comunicación afines a las ideas de esta formación.
La derecha radical ha sacado pecho y quieren menoscabar los derechos humanos de todos nosotros y nosotras. Hoy esta cita está totalmente validada: "Quien olvida su historia está condenado a repetirla" Jorge Santayana.
En Democracia las políticas de Diversidad e Igualdad de Oportunidades, basada en el respeto a la individualidad de las personas, en el reconocimiento de su heterogeneidad y en la eliminación de cualquier conducta excluyente y discriminatoria, es su fundamento básico
Desde UGT Madrid siempre hemos valorado la Diversidad y esto nos ayuda a enfatizar el hecho de ser consciente de las diferencias humanas, comprenderlas y apreciarlas.
Creemos necesario y así intentamos implementarlo en las empresas y en el conjunto de la Sociedad los siguientes principios:
Rechazo de cualquier discriminación por razón de raza, edad, sexo, estado civil, nacionalidad, creencias, o cualquier otra condición física o social entre sus empleados y considerar la diversidad como un valor, ya que permite confrontar diferentes puntos de vista, y aporta mayor creatividad, e innovación
Consolidación de una cultura de respeto a las personas y abierta a la diversidad y garantizar el derecho a la igualdad efectiva de oportunidades y de trato de todos los trabajadores y colaboradores que les permita, sin excepción, poder desarrollarse personal y profesionalmente y dar lo mejor de sí mismos. Y por otro lado, evitar cualquier tipo de discriminación laboral en los ámbitos del acceso al empleo, promoción, clasificación profesional, formación, retribución, conciliación de la vida laboral y familiar y personal y demás condiciones laborales.
Por eso, desde UGT Madrid trabajamos por la igualdad real de trato y oportunidades, sin que pueda existir discriminación alguna por ningún motivo entre todas las personas. Es este un principio fundamental y básico que vertebra nuestro Sindicato desde hace más de 130 años de historia y que se materializa en uno de los ejes fundamentales en nuestra acción sindical.