La situación en Malasaña ha llegado a un punto crítico. Tanto, que los vecinos han conseguido que el Ayuntamiento de Madrid cree un Comisionado específico que intente solucionar sus problemas. Estos van desde ruidos insoportables hasta la convivencia con narcopisos.
Sin embargo, el Consistorio lleva desde el principio del mandato intentando solucionar las quejas de los habitantes del céntrico lugar. Antes de la creación de ese órgano, el concejal del distrito, Jorge García Castaño, puso en marcha un plan de choque que ya está dando sus frutos.
Ante las críticas de la oposición, que señala que han dejado “para el final” la solución, el delegado de Coordinación Territorial, Nacho Murgui, ha tirado de datos en la Comisión de Participación y Transparencia para defender la gestión del equipo municipal.
Así, el concejal ha asegurado que en 2018 se han realizado 1.308 inspecciones a Viviendas de Uso Turístico (VUT) en el barrio de Universidad, de las que se han identificado 235 y se han logrado cerrar 121. Durante el pasado año también se ha incrementado la presencia policial en la zona, lo que ha derivado en 2.665 expedientes sancionadores por limpieza en el distrito -7.719 en toda la ciudad-. De todos ellos, 1.904 son multas por miccionar en la vía pública en Malasaña.
En cuanto a la seguridad y demás ruidos, tan solo en noviembre se han desmantelado dos narcopisos y el balance durante todo el año ha sido de tres locales infractores clausurados.