La manifestación de asociaciones y empleados de empresas de autocares de viajeros contra la "discriminación que sufren" por parte del Ayuntamiento que ha transcurrido este mediodía por el centro de Madrid ha obligado a cortar la Gran Vía madrileña durante dos horas.
La marcha, en la que han participado unas 150 personas ataviadas con chalecos amarillos y ocho grandes autobuses, ha comenzado a las 11:00 en la plaza de España y ha terminado a las 13:00 en Cibeles, donde a las puertas de la sede del Ayuntamiento de Madrid han leído un manifiesto.
La portavoz del Ejecutivo municipal, Rita Maestre, se ha referido a la protesta en la rueda de prensa posterior a la Junta de Gobierno. Después de defender que cualquier protesta es legítima, la edil ha expresado que "no hay forma de estar de acuerdo" con los manifestantes pero que "no pasa nada".
"Creen que la línea exprés (que une Cibeles con el aeropuerto) debería dejar de ser pública para que este colectivo pueda lucrarse", ha declarado Maestre, que ha añadido que la tarea de la Administración debe ser "favorecer y mejorar los servicios públicos".
Peticiones de las asociaciones empresariales
Las asociaciones Direbus y Aetic reclaman a la alcaldesa, Manuela Carmena, la "apertura total de la calzada" a sus vehículos de transporte discrecional, "que estén o vayan a efectuar cualquier servicio turístico o regular de uso especial a través la Gran Vía de Madrid".
También han pedido la "supresión inmediata de las prácticas de restricción del mercado". En este sentido han criticado la "competencia" que desde el propio Consistorio se realiza contra su labor con Naviluz y el bus exprés al aeropuerto Madrid-Barajas.
Estas asociaciones apuestan por la subida y bajada de viajeros "en cualquier punto seguro de la ciudad", como por ejemplo las paradas de la EMT, y "no solo en las paradas de discrecional, alejadas de los puntos de interés, tanto turístico, como de ocio y negocio".
Se quejan, por ejemplo, que ahora les obligan a dejar a los viajeros en la plaza de España o en la de Neptuno cuando muchos de los hoteles están en pleno centro y los turistas (especialmente las personas mayores, obesas o con niños) no pueden llegar andando a sus hoteles con tantas maletas a cuestas.
También solicitan la "apertura inmediata de todo el carril bus disponible en la ciudad para los vehículos de transporte discrecional turístico y regular de uso especial, sin discriminación respecto a otros servicios públicos; inclusión en los concursos o licitaciones que este municipio tramite que incluya más criterios que no solo el económico (método de subasta), siempre según normativa europea, "donde se premie entre otros la estabilidad laboral y el uso de recursos más modernos y eficientes".
Además, alegan que el 98 por ciento de su flota de autocares es Euro5 y Euro6, es decir, poco contaminantes, ya que fueron obligados hace años a adaptarse a una directiva europea. "Viajamos a otros países y no tenemos ningún problema pagando una tasa. Y aquí no nos dejan pasar, cuando los camiones de basura, coches de policía, de la EMT y demás del Ayuntamiento de Madrid contaminan más que los nuestros", han concluido.