Eran las 23:30 del 2 de agosto de 1975 cuando la calma de la noche se vio perturbada con el ruido de varias detonaciones. Dos hombres, Casimiro Sánchez García e Ignacio Cabezón Sánchez, eran disparados por tres jóvenes que huyeron nada más derribar a la pareja de guardia civiles.
El de Sánchez García fue el primer asesinato de los más de 80 que perpetró la organización terrorista Grupos de Resistencia Antifascista Primero de Octubre (GRAPO). Fue llevado a cabo cerca del Canódromo de Carabanchel, a la altura del número 8 de la calle Juan José Bautista, cuando los guardias salían de acabar su turno.
El fallecido recibió cerca de ocho tiros que causaron su muerte prácticamente en el acto, aunque intentó resguardarse en un portal tras recibir las balas. Su compañero, herido en hombro y tórax, caminó a pie hasta el Hospital Gómez Ulla, donde dio la alerta del atentado.
La primera víctima de los GRAPO, de 44 años y natural de Ávila, solo llevaba un año destinado en Madrid.
Comienza así la historia de este grupo terrorista, que después de Casimiro Sánchez García, atentó en Madrid en numerosas ocasiones como el asesinato de cuatro miembros de la Policía Armada en octubre del 75 o la masacre de la cafetería California 47 que, aunque no la reivindicaron, se les atribuye.
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