Cristiano Ronaldo ha sido, posiblemente, el jugador más rentable para el Real Madrid en su historia reciente. Ha sido un jugador que ha marcado cincuenta goles por temporada y también una época dorada del club de Concha Espina.
Ronaldo ha conseguido batir al mejor Barcelona de todos los tiempos, al Manchester de sus amores, a la Juve de su futuro y a tantos otros, que sólo le queda al madridismo darle las gracias por esas horas de excitación y esos goles en momentos clave.
El Madrid, por tanto, pierde al mejor goleador que ha tenido jamás.
Pero en paralelo a todo esto, el “niño guapo” ha terminado por hartar a todo el madridismo al mismo tiempo con sus caprichos y sus enfados infantiles en momentos inoportunos. Y no digamos aquellas declaraciones coincidiendo con la consecución de la tercera champions seguida en el mes de mayo. Aquello de “la etapa en el Madrid fue muy bonita” o algo muy parecido. Eso no gustó a Florentino, a la junta directiva, al entrenador, a sus compañeros, a los socios y a nadie. Desde ese momento lo único que he escuchado de los seguidores blancos eran palabras de despedida. Se valora lo realizado, pero ¡ya está bien!
Que Ronaldo es un gran goleador, no tiene discusión, pero al mismo tiempo hay que valorar lo que el Real Madrid ha puesto a su alcance en un terreno de juego. Posiblemente, el mejor equipo del mundo, estaba al servicio de los goles de Ronaldo. Por eso esta temporada los blancos se han quedado tan lejos del Barcelona en la liga española, porque Ronaldo no acertaba con la portería y en el Madrid, nadie marca goles, salvo Cristiano.
Con su marcha surgen varias preguntas. La primera de ellas es ¿que piensan ahora sus dirigentes que se han quedado sin el goleador y sin alternativa? ¿se puede encontrar un sustituto para él? ¿es bueno para el club fiar todo a un solo jugador? ¿merece la pena rendirse a los caprichos de un individuo, sea quien sea?
Es cierto que el Madrid ha perdido a un goleador, pero Ronaldo se ha quedado sin equipo. Me atrevo a asegurar que el Ronaldo que hemos conocido en el Bernabéu no volverá a existir jamás. La Juve no disfrutará de ese gran jugador, entre otras cuestiones, por la edad, pero también porque el equipo italiano no tiene tiempo para ir conformando una plantilla titular a su medida, tal y como la tiene en el Real Madrid que, por cierto, ahora tendrá que desmontarla para hacer un equipo distinto.
Empieza una nueva etapa en el Real Madrid, con un nuevo entrenador y sin un goleador que solo pensaba en eso, en marcar goles.
Pero no todo son males. Ronaldo ha dejado en la casa blanca una cuenta bancaria que le permitirá acometer el nuevo impulso. Otra cosa será que sus dirigentes sepan hacerlo bien en el terreno deportivo.
Ya veremos.
Si (
No(
