Limosna a Benzema

Esta jornada de liga ha servido para sacar muchas conclusiones deportivas. Una que los porteros deben beber agua cuando se para el partido y no antes, otra que Diego Costa es un delantero centro como la copa de un pino y el ideal para el Atlético de Madrid. Que en otros equipos fracasa sí, pero el Cholo ha sabido escoger a los jugadores necesarios para alcanzar sus objetivos. Sabe situarlos en el campo. Un entrenador o disfruta de esas características o se encuentra con problemas de imagen como ocurrió en el Bernabéu en el partido del Madrid contra el Alavés. Una buena tarde para jugar al fútbol, Ronaldo se echó mano al bolsillo y le dio una limosna a Benzema. Después de haber metido él dos goles, renunció a un penalti para que Benzema fuese el autor de un gol/limosna y tener un argumento mínimo para pedirle a la grada el aplauso para un jugador que llevaba dos errores mayúsculos. Dos fallos de cara al gol, que serían suficientes para retirarle la titularidad de la que disfruta, cometa los errores que cometa. Un delantero centro que, según Zidane, no hace falta que meta goles.

Ronaldo en un gesto que le honra cedió el penalti a su compañero para que de alguna forma metiera el gol que es incapaz de meter como consecuencia de una jugada.

Una limosna que Benzema aceptó encantado como el mendigo que coge una moneda de la mano millonaria, moneda que le sirve para suplicar un trozo de pan o, en este caso, un gol que no se merecía.

Así consiguió que sus seguidores le dedicasen un aplauso olvidando errores pasados que son muchos. Errores que le hacen al Madrid más vulnerable.