La familia de Lisvette, la menor dominicana asesinada el pasado miércoles en la calle Panizo de Madrid, no creen que la joven de 16 años estuviera manteniendo una nueva relación sentimental, negando así los últimos rumores sobre este misterioso crimen, han indicado a Europa Press fuentes cercana a la familia.
Las últimas informaciones sobre el
crimen de una joven de 16 años en Tetuán apuntaban como
principal sospechoso del asesinato al novio de Lisvette pero la familia de la menor ha salido a
desmentirlo, pues no creen que tuviera una relación sentimental. Eso sí,
confirman la existencia de un exnovio al que supuestamente dejó porque le pegaba. De hecho, este varón mayor de edad, tenía antecedentes por violencia de género hacia otra pareja.
Sea quien fuere, Lisvette abrió la puerta del número 58 de la calle Panizo a alguien conocido esa tarde porque la cerradura no fue forzada. La hipótesis es que el crimen ocurrió entre las 18:15 horas, momento en que su familia se fue de casa y las 19 horas, momento en el que llegó el inquilino al que tenían arrendada una habitación, quien manifestó no haber oído a nadie durante su estancia.
Además, en los últimos días se ha conocido que la adolescente
no fue agredida sexualmente pero sí mantuvo relaciones sexuales y, pese a que no se ha desvelado si se han encontrado en su cuerpo restos de ADN que den pista sobre el posible autor de los hechos, la Policía sí tiene consigo una de las herramientas más importantes de la investigación: el móvil.
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