Una voladura con explosivos protegida por apenas un cordón policial, una nube de polvo de gran altura y escaparates de los comercios circuncidantes rotos. Fue como se produjo y las consecuencias que provocó la voladura del mercado de Olavide, producida el 2 de noviembre de 1974.
Esta explosión fue tan insegura como polémica, pues la sociedad madrileña se dividó entre los que optaban por derribar la estructura debido a que su modelo estaba "obsoleto" y el edificio "muy deteriorado" y los que querían restaurarlo y recuperarlo para darle un futuro mejor, suerte que sí han corrido otros como los de San Miguel o Barceló.
El mercado se construyó en la plaza a la que daba nombre, en el barrio de Chamberí, en el año 1934 y fue diseñado por el arquitecto Francisco Javier Ferrero Llusiá. Así, este edificio de estilo racionalista pensado por el gobierno de la Segunda República como equipamiento, logró cumplir sus funciones durante 40 años.