Natividad Macho Álvarez nació el 13 de diciembre de 1928 en Madrid. En octubre de 2016 fue hospitalizada tras sufrir un ictus cerebral que le impedía moverse con normalidad. Se recuperó pero fue a vivir a una residencia, en la que ha muerto la noche del 19 de agosto de 2017. El velatorio se ha establecido en el tanatorio de San Isidro.
Natividad Macho Álvarez (¿Dónde iba yo con ese nombre…?) decidió buscar otro para dedicarse al espectáculo. Como su madre era gran admiradora de Gabriela Mistral, utilizó su apellido. Y como Nati Mistral se convirtió en una de las estrellas más personales y emprendedoras de la segunda mitad del siglo XX.
Pero en 1944, con su nombre real, apareció en el teatro Español con un par de montajes del Teatro Español Universitario dirigido por Modesto Higueras. Interpretó La cueva de Salamanca y Un día en la gloria. En aquella compañía estaban José Luis López Vázquez, Valeriano Andrés… tras cursar estudios de música, canto y declamación, tuvo que salir fuera de España para que los directores se fijaran en ella. Con la compañía Los Vieneses marchó a la República Federal de Alemania, actuando como cantante.
De vuelta a España, y aprovechando su noviazgo con Tony Leblanc, formaron pareja artística para la que compuso numerosos temas el maestro José María Legarda. Con él hizo ¡Viva el folklore! (1949) y La maravilla errante (1950).
Gracias a Luis Escobar, que la contrató en 1957 para para la revista musical Te espero en Eslava, Nati se convirtió en una estrella. Ya no se bajaría del pedestal en los siguientes cincuenta años. Debe considerarse como una auténtica pionera del género musical en España. En la primera etapa de su carrera protagonizó, entre otros títulos, La Perrichola, 1963, La Bella de Texas 1965, y la primera versión de El hombre de la Mancha, 1966. Ella había querido reponer La Corte de Faraón, pero a la censura franquista aquello de todas las mujeres quisieran desvirgar al Casto José, no le pareció nada bien. Como Tebas (la ciudad donde transcurre la acción) se pronuncia casi igual que Texas, eligieron esta ubicación y Nati pudo parodiar: En Texas nací, de Texas soy yo, la virgen de Texas me llaman a mí. Y coló. Por lo visto ya se suponía que en Texas (USA) eran muy libertinos…
La música y el teatro fueron su vida. El cine, sin embargo, le dio de lado. Cuando ya era conocida como cantante, demostró sus grandes dotes dramáticas en Divinas palabras, con la que se inauguró el teatro Bellas Artes en 1961. Después protagonizaría Fortunata y Jacinta, 1969; Medea, 1970; Isabel, reina de corazones, 1983, La Chunga, 1987; Los padres terribles, 1995; La Celestina, 2001 y, más recientemente, La Dorotea, 2001; Inés desabrochada, 2004 y La duda, 2006. Se subió por última vez como actriz a un escenario el año 2007 protagonizando Tras las huellas de Bette Davis. El día del ensayo general, en un aparte, nos comentó a varios periodistas: “esta obra va a acabar con mi carrera”. Lo cierto es que ya no volvió a hacer teatro y el montaje fue un sonoro fracaso.
De su escasa filmografía pueden recordarse títulos como María Fernanda la Jerezana (1946); Las inquietudes de Shanti Andía (1947); Currito de la Cruz (1949) o Mi Buenos Aires querido (1962). Nunca participó en España en series de televisión.

Durante toda su carrera ha compaginado la música con el teatro. Ha grabado decenas de discos con canciones tan populares como Flor de té, Bajo los puentes de París, Mala entraña, Agua que no has de beber, Paisajes de Catamarca, Tata Dios, Guitarra, dímelo tú, No soy de aquí, Yo vi llorar a Dios, Bien se ve o El corralero. Ella ha cantado también una de las versiones más castizas de la zarzuela La Gran Vía. Como madrileña de Lavapiés, incluyó en su repertorio El Pichi o La Colasa del Pavón. A medida que cumplía años, su desmesura iba en aumento. Cuando cantaba o la Balada del Loco se volvía mucho más loca que la protagonista del tema.
Su popularidad ha traspasado fronteras y es una de las grandes estrellas en Hispanoamérica. En Buenos Aires fue empresaria de su propio teatro –el Avenida- junto al actor Alberto Closas.
En los últimos años participaba en tertulias y recitales, sin morderse nunca la lengua ni proclamar sus simpatías por la derecha. Poseedora de un agudo ingenio y una capacidad de réplica veloz, podía ser una contertulia temible.
Entre los numerosos premios que recibió se encuentran el Lazo de Isabel Católica, el Premio de la Asociación de Críticos de Nueva York en 1970, el Nacional de Teatro en 1997 y la Medalla de Oro de las Bellas Artes, en 2007.
Natividad Macho Álvarez nació el 13 de diciembre de 1928 en Madrid. En octubre de 2016 fue hospitalizada tras sufrir un ictus cerebral que le impedía moverse con normalidad. Se recuperó pero fue a vivir a una residencia, en la que ha muerto la noche del 19 de agosto de 2017. El velatorio se ha establecido en el tanatorio de San Isidro.