A primera hora de la mañana, los operarios del histórico tren llegan a la estación de la Poveda en Arganda del Rey con el mismo entusiasmo que hace más de 20 años, cuando se acercaban a Delicias para compartir la afición a los trenes con el resto de miembros de la Asociación de Amigos del Ferrocarril. "Eran buenos tiempos", recuerdan, pero esta afición cambió de rumbo y ambicionaron mucho más. Querían conseguir restaurar locomotoras, un reto que animó a una veintena de personas a independizarse y crear el Centro de Iniciativas Ferroviarias Vapor Madrid, una asociación sin ánimo de lucro.
La asociación trabaja desde 1987 con el objetivo de poner en valor un trazado histórico que ha logrado reparar y devolver a la vida locomotoras y vagones únicos a punto de ser desguazados. En 1994 lograron poner en marcha la primera de sus máquinas a vapor, 'Arganda', rescatada de una chatarrería de La Felguera (Asturias) antes de ser troceada. En 2001, consiguieron el reconocimiento como tren turístico de vapor. Desde entonces, joyas como el coche salón de madera 'AS1' de 1901 –frecuentado en su época por el Conde de Romanones–han recuperado todo su esplendor.
La máquina 'Aliva nº 4', una de las últimas adquisiones, es de 1926. Ha regresado a la vía del apeadero madrileño tras una laboriosa restauración que se ha prolongado durante años y que han devuelto a la vida con la que salió de la factoría de Orenstein & Koppel en Alemania hace nueve décadas. La locomotora, que perteneció a la Real Compañía Asturiana de minería, saldrá todos los domingos de abril y mayo, durante la temporada de primavera (aunque este domingo 16 de abril, la locomotora no hará el viaje por una avería pero lo hará otra locomotora diesel: O&K Nº2).
Quienes se acerquen los domingos hasta Arganda tendrán la oportunidad de recorrer el único tramo preservado del desaparecido Ferrocarril del Tajuña. Esta asociación logró recuperar hace 20 años parte de la vía estrecha que comenzó a funcionar a finales del siglo XIX. Son cuatro kilómetros que discurren por un paisaje de singular belleza. Entre otros atractivos, el tren pasa por un puente metálico sobre el río Jarama, de 175 metros de largo, y permite ver el viejo edificio de la estación de La Poveda. "Es lo único que queda de la vía del Tajuña, que fueron unos 162 kilómetros. Salía desde el hospital Niño Jesús y circulaba por Vicálvaro hasta llegar a la Poveda", relata Luis Peña, uno de los miembros más veteranos de la asociación.
"El puente lo hemos pintado nosotros y también hacemos labores de mantenimiento, como limpiar la vía, quitar hierbas y restaurar el material", explica José María Zorrila, un economista jubilado, cuya pasión por los trenes le viene desde niño y que forma parte de la asociación desde sus inicios. A su mujer, que ayuda en la venta de billetes en la taquilla, le transmitió esta "locura" y el gusanillo por el ferrocarril y desde hace años, tampoco falta ni un solo domingo. Y es que la historia de este ferrocarril enamora a cualquiera. Se hizo célebre por el dicho popular 'El tren de Arganda pita más que anda'. Una frase que hace referencia a la lentitud de este convoy de pasajeros y mercancías que unía Madrid con el sureste de la región. "El tren circula a unos 10-15 kilómetros por hora como mucho y lleva poco tonelaje", explican desde la asociación.
El Ferrocarril del Tajuña estuvo en funcionamiento hasta 1954, cuando cerró su servicio de pasajeros. Después fue perdiendo sentido como transporte para mercancías y cayó en el más absoluto olvido. Parte de su trazado –de vía estrecha de un metro de ancho– fue aprovechado por la red de Metro para la ampliación de la línea 9 hacia Arganda del Rey. Otro de sus tramos fue comprado por la cementera Portland-Valderribas para ubicar sus talleres y oficinas.
Además, tras el recorrido, los viajeros pueden disfrutar del Museo del Tren de Arganda, situado en el antiguo apeadero de La Poveda, donde pueden verse locomotoras restauradas, vagones y otras piezas ferroviarias.
Para disfrutar del tren y no quedarse sin billete, recomiendan hacer la reserva por correo electrónico en [email protected] o por teléfono en el 630 336 840 (de lunes a viernes, de 10 a 19 horas). También se puede obtener el billete en la taquilla de la estación, en horario de 10:30 a 12:55 horas. El precio del billete por persona mayor de 3 años cumplidos, ida y vuelta, es de 5 euros.