El Barça logra la Copa del Rey en la prórroga

Tanto el Barça, con el título de Liga bien caliente, como el Sevilla, con el de la Europa League, buscaban el triunfo para cerrar con dos éxitos sus respectivas campañas, informa Emilio Martínez.

Ambos brindaron un partido de máxima emoción, aunque no de gran juego. La igualdad que marcó la lid fue máxima hasta en las expulsiones: Mascherano se fue al vestuario en la primera parte y Banega casi al término de la segunda. En el último momento, Carriço se fue del terreno de juego por doble amarilla.

El rey del torneo del KO necesitó de mucha paciencia e incluso de aguantar casi una hora con diez para estoquear, en la prorroga, a un Sevilla luchador y digno que no aprovechó su superioridad numérica. En esa próroga dos genialidades de Messi como asistente sirvieron para que Jordi Alba y Neymar marcaran los dos goles que sentenciaban el partido y llevan la Copa a la Ciudad Condal.

Pitidos y aplausos

Levantada la prohibición, la mitad del Calderón se llenó de esteladas y unos pitidos sin mucho entusiasmo que chocaron con la otra mitad de las gradas -la del Sevilla y algo más- que anduvo a lo suyo, aplaudió o tarareó el himno nacional acompañado de alguna bandera ‘nacional’ aislada y, en general, indiferencia absoluta. La polémica de la semana acabó, en definitiva, aplacada por la emoción futbolera.

Los reyes se instalaron en el palco flanqueados por el president de la Generalitat, Carles Puigdemont, al lado del ministro de Educación, Íñigo Méndez de Vigo, y su colega andaluza, Susana Díaz, separada de Felipe VI por el presidente de la Federación Española de Fútbol, Ángel María Villar. También asistieron los alcaldes de Sevilla, Juan Espadas, Madrid, Manuela Carmena, y Barcelona, Ada Colau.