El PSOE dice sí al Distrito Castellana Norte pero quiere dirimir el cómo, según los vecinos

Este posicionamiento ha llegado tras la reunión de las concejalas, mantenida este lunes 4, con la plataforma de asociaciones en defensa de la operación Distrito Castellana Norte. La finalidad de los vecinos era conocer el posicionamiento del PSOE respecto a la operación Distrito Castellana Norte. Las asociaciones de vecinos y comerciantes, a favor del proyecto, estaban "preocupados por el silencio" del Grupo Municipal Socialista.

Según los vecinos, González manifestó que la operación tiene que salir sí o sí, y que la cuestión es dirimir el cómo. Y estos continúan, manifestando que la edil negó el silencio del que se acusa al PSOE, explicando que su partido se había pronunciado en cada momento, votando, a veces a favor, y a veces en contra, con alegaciones. Según aseguraron sobre las declaraciones de la edil, los socialistas están de acuerdo en la finalización del proyecto, pero no están de acuerdo con la edificabilidad, porque ven inviable la venta de todos los pisos que se pretenden construir en una época de crisis como la actual.

Las asociaciones, que recuerdan los 120.000 puestos de trabajo pendientes de la operación, prefieren mantener "el parque, las bocas de metro, el soterramiento de las vías o las obras para solucionar el tráfico en el nudo Norte", en vez de reducir la edificabilidad, si eso conlleva la cancelación de otros servicios. Finalmente, González ha aclarado, siempre según el relato de los vecinos, que el Ayuntamiento está en disposición de negociar, mostrando su optimismo por la llegada a buen puerto de las negociaciones.

La Operación Chamartín prevé extender el paseo de la Castellana 3,7 kilómetros hacia el norte y rediseñar un área de 311 hectáreas. Se haría mediante la construcción de 17.699 viviendas, zonas verdes y rascacielos. Los promotores son el BBVA (75,5 por ciento) y la constructora San José (24,5 por ciento), que calculan aportar 4.245 millones de euros y poseerán el 61,6% del suelo.

Ideada hace 20 años, sólo se convirtió en un plan urbanístico en 2011. Fue aprobado por el entonces alcalde, Alberto Ruiz-Gallardón (PP), pero un estudio de arquitectos lo recurrió y el Tribunal Superior de Justicia de Madrid lo tumbó en 2013. En julio de 2014 comenzó la elaboración de un nuevo proyecto que sustituyera al anulado por los jueces. Fue presentado públicamente en febrero, pero, pese al impulso de las tres administraciones, no logró ser aprobado antes de las elecciones municipales de mayo, quedando en manos del nuevo gobierno local.