Las peleas por el mando del televisor
El primero de los problemas más frecuentes en el hogar es el de las peleas por el mando del televisor. Aunque hay que señalar algunos aspectos dentro de este problema. El primero es que, últimamente, está dejándolo de ser, porque la televisión cada vez tiene menos peso en la vivienda.
Pero, tradicionalmente, las peleas por el mando del televisor solían darse con bastante fuerza, especialmente cuando el padre de familia estaba trabajando (si él estaba en casa, solía ser amo y señor del mando, por su omnímodo poder de dar collejas).
A medida que los hijos avanzaban en edad, como jóvenes leones que disputan el liderazgo al macho alfa, empezaban a atreverse a disputar la posesión del mando al padre.
En general, esas batallas por el control de la programación quedaban en tablas, dejando que el hijo viera algunos programas a algunas horas, y el padre viera otros a otras horas.
Los más pequeños no tenían todavía suficiente poder para disputar la posesión del mando (aunque lo resolvían con llantos y ternura), y las féminas solían emplear artes más sutiles para poder ganarse la oportunidad de ver la telenovela, que iban desde la huelga de piernas cruzadas a la tortura psicológica al más puro estilo chino.
Los sillones viejos que se clavan en las lumbares
Otro de los problemas frecuentes en el hogar es el de los sillones viejos. Este problema se deriva de las malas condiciones socioeconómicas. Es decir, de la preferencia de ir a cenar a un restaurante de lujo una vez al mes sobre el hecho de tener más comodidad en tu propio hogar.
El problema suele presentarse en forma de muelle roto que, estando oculto bajo el cojín, muestra todo el poder del genio tecnológico mal dirigido en el momento en que estás durmiendo y te giras inconscientemente para adoptar la mejor posición posible al disfrutar de tu sueño.
La mejor solución a este problema, según numerosos sillonólogos y científicos del confort, es comprar un sillón relax nuevo, aunque ello implique prescindir de un par de cenas en restaurantes. Para comprar uno de estos sillones de masaje puedes acudir a Hogart, que tienen buenos precios.
Un baño, seis personas
Otro de los problemas habituales es el de tener que ir al baño al mismo tiempo que tu madre, tu padre, el abuelo, y los dos hermanos. El problema se agrava a medida que aumenta la proporción de mujeres en el núcleo familiar.
Y, por supuesto, estalla y alcanza su máxima expresión en el caso de que exista suficiente masa crítica que deba utilizarlo al mismo tiempo.
Generalmente, esto último sucede por las mañanas, cuando es hora de ir al colegio, las mayores al a universidad, el padre y la madre a trabajar, y el abuelo a ningún lado (pero participa de la batalla por el baño porque disfruta sembrando el caos en el hogar).
Muchas familias han optado por la solución de añadir un segundo cuarto de baño. Generalmente, este segundo cuarto de baño cuenta con lo mínimo para que pueda ser utilizado por el género masculino: Un váter y un lavabo, sin armarios ni espejos.
Esta solución es efectiva no solo por dividir el flujo de personas en dos baños, sino por segmentar por género. Las hermanas mayores no se acercan más de dos metros al lavabo de los machos de la casa.
Llegar borracho y haberte dejado las llaves dentro
Otro problema habitual es el de llegar borracho a casa y descubrir amargamente que te has dejado las llaves dentro.
Este problema tiene varios enfoques. El primero de ellos es el hecho de esperar que te las hayas dejado dentro y no las hayas vuelto a perder (algo habitual en tus noches de fiesta). En cierto sentido, pensar que te las has dejado dentro no es tanto una hipótesis como un deseo.
En cualquier caso, estás en la puerta de tu casa sin poder entrar.
En esta situación se abren dos posibles vías, dependiendo de si vives solo o aún estás bajo el paraguas familiar. Si es el segundo caso, lo normal es que piques al timbre o a la puerta.
La primera opción es problemática si eres joven y no tienes edad para andar por ahí de picos pardos hasta tan tarde. Generalmente, tu madre habrá estado esperándote sentada en el sillón con la zapatilla en la mano, maquinando la mejor forma de golpearte para que recibas el zapatillazo con toda la suela.
En ese caso, tan pronto como apoyes el dedo en el timbre o los nudillos en la puerta, ésta se abrirá y recibirás un número indeterminado de golpes.
La otra posibilidad es que vivas solo, y tengas que llamar a Zierzo Cerrajeros Zaragoza, esos cerrajeros profesionales 24 horas en Zaragoza, y esperar a que te abran la puerta. Por suerte, se trata de cerrajeros con amplia experiencia y un servicio excelente, por lo que llegarán en seguida y solucionarán tu problema en un momento.
Organizar una barbacoa y no tener carbón
Por último, están los problemas derivados de organizar algún tipo de fiesta y no tener algo imprescindible para que salga bien. La hemos resumido en “organizar una barbacoa y no tener carbón”, pero se puede presentar de muchas otras formas.
Es un problema habitual tanto de los fiesteros novatos como de los muy experimentados. Y la mejor forma de solucionarlo es teniendo en favoritos BarbacoasExpress.com para tener siempre en mente que tienes que preparar al detalle la fiesta que estás organizando.
Como ves, estos son problemas de lo más comunes en el hogar. Seguro que tú también te has encontrado con ellos y has encontrado formas más o menos buenas de resolverlos… ¡O quizá te has resignado a aprender a vivir con ellos y no darles mente!