Aunque la afluencia a los bares de la zona es alta durante todo el año, es especialmente en los meses de primavera cuando los empresarios notan un incremento de la facturación. Tras un largo invierno, la gente tiene ganas de salir y el Sol acompaña, por lo que la visita a La Latina está asegurada cada fin de semana por jóvenes y no tan jóvenes.
Es precisamente los fines de semana cuando los bares se llenan de gente pidiendo tapas y cañas, un clásico de la zona que varía de establecimiento en establecimiento para poder degustar sabores de distinto tipo. Aunque el día clave es el domingo, es ya una tradición ir al rastro y posteriormente saciar el apetito con unos aperitivos en esta zona.
La masificación y el éxito de la Latina durante los domingos han hecho que barrios adyacentes como Lavapiés también se hayan asentado como un buen destino para ir de tapas. De hecho aquí la multiculturalidad del barrio se aprecia en la gastronomía y podemos viajar por todo el mundo degustando las tapas de este barrio.
Definitivamente tiene que llegar el buen tiempo a la capital para vivir de nuevo todo ese clima que se respira el fin de semana por las calles de este barrio de Madrid.