Tal y como consta en el auto, fechado este lunes, el juzgado archiva la causa después de recibir del Registro Civil de Alcalá de Henares el certificado de defunción de Ahmed Chelh Gerj. El pasado 29 de enero, el único detenido por la muerte de la joven aparecía ahorcado en su celda y la magistrada titular del Juzgado de Instrucción número 4 de Torrejón de Ardoz remitía un escrito al Centro Penitenciario Madrid II para recibir "de manera más detallada" información de las circunstancias del fallecimiento del presunto asesino, así como del cumplimiento del Protocolo de Prevención de suicidios.
La magistrada recordaba en el escrito de petición que se había decretado la prisión provisional del reo el 9 de octubre de 2015, "comunicada y sin fianza", pues estaba acusado de "delitos de detención ilegal, agresión sexual y asesinato". Antes de conocerse la muerte del acusado, el juzgado daba traslado ese mismo día a las partes del auto en el que concluía la instrucción del caso y se iniciaba el sumario, dando por finalizada una instrucción que comenzó el 20 de abril de 1997.
Chelh fue encontrado solo en su celda, ahorcado con los cordones de sus zapatillas, a la hora de la apertura de las celdas. Desde que entró en la cárcel y hasta el pasado 16 de diciembre Chelh estuvo con un protocolo de prevención de suicidios, y hasta el 8 de enero acompañado en su celda. A partir de esa fecha, en virtud del pronóstico de los psiquiatras y psicólogos, se consideró que se le podía dejar solo, como él había pedido y había pasado los controles a los que le sometieron los profesionales de la prisión.
El acusado había declarado el pasado 15 de enero ante la magistrada, donde había reiterado que dos personas le obligaron a subir a un coche donde estaba retenida la víctima y que le obligaron a eyacular sobre la misma a punta de navaja. El que era hasta el momento único imputado por la muerte de la joven en el año 1997, declaraba a petición del letrado del acusado, después de que se negase a hacerlo en sede judicial cuando fue puesto a disposición de la juez por las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado tras su detención en Francia.
Estos desconocidos, insistió, a punta de navaja, le obligaron a eyacular sobre la joven, si bien, en ningún caso, hubo penetración por su parte. A la pregunta de por qué entonces se encontraron restos biológicos suyos en el interior de Eva, el imputado no supo dar una respuesta.