El juicio que debía celebrarse hoy en la Audiencia Provincial de Madrid contra el bailarín Rafael Amargo y otras dos personas por presunta venta de droga en su piso ha sido suspendido sin fecha después de que el tribunal aceptara la petición de aplazamiento de su productor teatral Eduardo de los Santos, también encausado, al haber renunciado días antes a su abogado de oficio.
No es la primera vez que renuncia a su letrado, por lo que el tribunal le ha dejado tomar la palabra al inicio de la vista. Así, ha expuesto un extraño relato en el que ha hablado de una supuesta trama policial y de coacciones que estarían siendo investigadas por un juez de Madrid. La fiscal del caso no se ha opuesto a la solicitud y el tribunal ha acordado la suspensión, lo que ha sentado como un jarro de agua fría al artista que espera que termine el proceso cuanto antes.
Amargo llegaba serio y emocionado a las 9.45 horas a la sede de la Audiencia Provincial de Madrid acompañado por su abogado defensor, el letrado Jaime Caballero. Ante los periodistas, manifestaba estar "tranquilo", confiar en la Justicia y estar dispuesto a contar su verdad, lo que le ha llevado a rechazar un acuerdo que le ofreció la Fiscalía de Madrid.
Ya a su salida, el bailaor ha mostrado su malestar porque lleva dos años y medio sin tener su pasaporte para poder trabajar. "Qué culpa tengo yo que lo estoy haciendo todo correcto. Hay cizaña sin sentido. Esto le está costando la vida a mi padre, que está agonizando en un hospital. Pido humanidad porque no se puede estirar más y pido por favor a la fiscal que sea profesional", ha recalcado.
Tras ello, ha respaldado la teoría de su productor y ha aseverado que este "proceso está viciado desde el principio" porque "no hay nada" contra él. "Nadie ha dicho la verdad. En mi casa no había nada y se están ocultando otro tipo de cosas. Han puesto todo lo que había no se dónde con la cara del artista", ha denunciado, lamentando el daño "tan grande" que está sufriendo su familia y sus hijos.
Amargo iba a ser juzgado esta mañana junto a su productor teatral y un socio por la presunta venta de estupefacientes en el barrio de Malasaña, hechos por los que la fiscal solicita una pena de 9 años de cárcel por un presunto delito contra la salud pública.
Al artista le investiga actualmente el juez de Instrucción número 27 de Madrid por un delito de tráfico de drogas y atentado a la autoridad, a raíz de una denuncia interpuesta el pasado julio por sus vecinos en relación a la presunta venta de droga en su piso de la calle Espíritu Santo de la capital.
Por estos hechos, fue detenido el pasado marzo en Alicante, quedando en libertad provisional. La jueza le impuso la obligación de comparecer quincenalmente en el juzgado y la prohibición de salida del país. Este arresto se suma a la detención del caso que se juzga ahora en la Audiencia de Madrid.
Amargo fue detenido el 1 de diciembre de 2020 junto a su pareja y otras dos personas en el marco de la 'operación Codax', cuyo nombre significa cuervo en latín y se apoda así por una imagen de Amargo de su Instagram en la que aparece con unas alas de esta especie de ave.
Tras declarar, los arrestados quedaron en libertad con medidas cautelares como la retirada del pasaporte, la prohibición de salir del territorio nacional y la obligación de acudir cada quince días al juzgado.
En su escrito de acusación, el fiscal solicita la misma pena para el productor de Amargo, al actuar supuestamente de forma "conjunta" con el otro acusado en la compra y posterior distribución de dichas sustancias.
En su relato, el fiscal relata que, durante los meses de abril y diciembre de 2020, ambos "se venían dedicando de manera concertada y persistente a la distribución de sustancias estupefacientes, entre otras metanfetamina, a terceras personas a cambio de dinero". A tal fin, los dos acusados adquirían la sustancia de manera "conjunta" a los distintos suministradores, para posteriormente repartirla entre ambos y venderla a terceras personas.