Sacyr Ingeniería e Infraestructuras, la filial constructora del grupo, trabajará con un portfolio mixto de contratos con Concesiones y otros clientes. El foco estará situado en los proyectos de obra civil, edificación e industriales de energía renovable y oil & gas. Para ello, la compañía ha integrado en 2020 las actividades de Sacyr Industrial para maximizar las sinergias.
El objetivo de la división es lograr un margen estable de entre el 5% y el 6% en los mercados de referencia: Europa, mercado anglosajón y América Latina.
Por último, Sacyr Servicios priorizará la rentabilidad para consolidar un margen estable de entre el 8% y el 9%.
Las actividades principales de esta división son los proyectos de medioambiente, facilities, servicios a la dependencia y conservación de infraestructuras. La compañía tiene su principal mercado en España, pero crecerá en Latinoamérica de la mano de Sacyr Concesiones.
Propuesta de valor sostenible e innovadora
El nuevo Programa Estratégico posiciona a Sacyr como un líder del sector con una propuesta de valor sostenible e innovadora. Durante 2020, la compañía ha reforzado sus órganos de gobierno corporativo en materia de sostenibilidad y ha lanzado el Plan de Acción Sacyr Sostenible 2021-2025.
La compañía se compromete en este quinquenio a luchar contra el cambio climático, con un objetivo de ser neutra en carbono antes de 2050. Sacyr elevará el 50% la inversión en protección del medio ambiente y duplicará la inversión en innovación en los próximos cinco años. El 70% de los fondos destinados a innovación tendrán un alcance sostenible.
El Programa 2021-2025 promoverá el talento interno para avanzar hacia la igualdad, con el objetivo de duplicar en número de mujeres directivas. Además, apoyará el desarrollo de las sociedades en las que opera Sacyr, contribuyendo a la Agenda 2030 de Naciones Unidas. En cinco años, duplicará la inversión en proyectos de RSC.
Cumplido el Plan Estratégico 2015-2020
Sacyr cerró en diciembre el Plan Estratégico 2015-2020. La empresa ha cumplido íntegramente los objetivos que se propuso para este ciclo estratégico.
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Foco concesional: el EBITDA de los activos concesionales ha crecido el 468% en el quinquenio y representan ya el 78% del total, frente al 26% de 2014.
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Mejora de la rentabilidad: el margen operativo ha crecido en 710 puntos básicos y ha pasado del 8,8% al 15,9%.
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Reducción de la deuda neta con recurso: la estricta disciplina financiera se ha traducido en la bajada de la deuda con recurso del 83%. La deuda asociada a proyectos (project finance) supera ya el 80% del total.
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Aumento de la generación de caja: el flujo de caja se ha multiplicado por 13 entre 2014 y 2020 y ha pasado de 43 millones de euros a 545 millones.
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Retribución al accionista: vuelta a una política estable de retribución al accionista, con una rentabilidad atractiva superior al 4% anual.
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Mercados estratégicos: foco en mercados seleccionados. Entrada en el mercado de construcción de EEUU en 2018 y de concesiones en 2020.
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Gestión participación en Repsol: posición cubierta mediante derivados financieros y generación de valor con la gestión activa de la participación.
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Transformación del área de Construcción: tamaño adecuado a la realidad del mercado; control exhaustivo de riesgos y márgenes estables (5%).
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Eliminación de la exposición al mercado inmobiliario.