La actual ministra de Igualdad, Irene Montero, está siendo el principal problema entre Podemos y Sumar para alcanzar un pacto y concurrir juntos a las urnas el próximo 23 de julio.
Más Madrid pide puestos importantes, acorde a sus resultados electorales en los últimos años en la región, y tanto esta formación de Íñigo Errejón, como la propia Sumar, habría pedido que Irene Montero no esté en las listas, al menos en los primeros puestos. Creen que la ministra de Igualdad es ahora mismo percibida por la opinión pública de manera negativa y que perjudicará a la candidatura.
Sumar niega cualquier veto, así como Más Madrid, y se niegan a revelar el contenido de las negociaciones con Podemos.
La realidad es que a las 23:59 horas de este viernes, en la Junta Electoral tiene que estar formalizada la petición de coalición electoral, y si no, ocurrirá como en Andalucía, que Podemos no llegó a tiempo a un acuerdo y tendrá que elegir acudir en solitario a las urnas o no hacerlo y pedir el voto para Sumar.
Podemos pide ir en solitario en Valencia
El más difícil todavía, como decían en el circo: Podemos ha complicado este viernes, de nuevo, la posibilidad de que haya un pacto con Sumar distanciándose de Yolanda Díaz tras proponer a sus potenciales aliados ir en solitario en las urnas de la Comunidad Valenciana.
Es la respuesta de los morados a la exigencia de Compromís -una de las fuerzas aliadas de Sumar- de liderar y copar toda la candidatura de izquierdas en esa comunidad autónoma, y parece que desde Sumar se han negado a aceptar que haya una excepción de unidad en el conjunto del territorio nacional.
El objetivo es dar una imagen de unidad de los partidos de izquierda y una alternativa en esta región se seguirá percibiendo por los votantes como una falta de entendimiento de estas fuezas políticas, lo que se podría penalizar en las urnas igualmente, como ocurrió en mayo en las autonómicas y municipales.
Los morados hablan de "vetos" de Compromís y quieren ir por su cuenta en las 3 provincias valencianas, cuando en las pasadas elecciones no llegaron al 5% en ninguna de ellas y no pudieron tener representación en las Cortes autonómicas. El problema sería el mismo que la izquierda sufrió el 28-M: disgregación del voto, encima sin 'premio', por lo que las derechas serían las beneficiadas como más presencia en el Congreso y el Senado.
Podemos quería impulsar a su dirigente alicantina María Teresa Pérez, que tiene el cargo de Directora general del Instituto de la Juventud y la consideran una joya del partido. Pero Compromís, según esta versión de los morados, ha exigido copar las listas con sus principales nombres.