Estamos acabando un trimestre extraño, complejo, inaudito y muy largo. Un trimestre de semipresencialidad, desdobles, aulas medidas al centímetro y de refuerzos a los alumnos que se han quedado rezagados. De manera sorprendente, los centros se han encontrado ciertamente aislados del problema de los contagios que sí han afectado a muchas localidades. Y nos preguntamos, ¿ha sido casualidad o ha sido fruto de un trabajo bien hecho?
La Comunidad de Madrid hizo un gran esfuerzo económico en agosto de 2020 que nos pareció correcto y que estábamos convencidos de que podría funcionar. Y así ha sido: se ha notado en los centros, con más docentes y una mejor atención a los alumnos. Creemos que ha sido uno de los principales factores por los que se dejado lejos el virus.
Sin embargo, llega diciembre y el día 22, con la lotería de Navidad, los centros van a recibir el “premio” de quedarse sin más de 1.000 docentes de un plumazo. En el peor momento, cuando se habla de una tercera ola y cuando se vuelve a sugerir la opción del confinamiento, con todos los problemas que conllevó en marzo en el proceso de enseñanza-aprendizaje.
Pero no es momento de rendirse, ni es el momento de dejarlo todo a la suerte. Creemos sinceramente que es el momento de seguir invirtiendo, de seguir actuando, de reforzar a esos chavales que no pudieron continuar por diversos motivos su educación el pasado mes de marzo. Además, la amenaza de un nuevo confinamiento parece cada vez menos lejana y de llevarse a cabo volvería otra vez a trastocar los planes educativos de nuestros alumnos y profesores.
Estas navidades nos jugamos un montón de cosas, pero desde luego en enero la vuelta puede ser muy dura para los centros. Han de rehacer horarios, ajustar huecos que antes tenían perfectamente ocupados y que ahora deberán solucionar usando su esfuerzo e imaginación. Y es que los docentes hemos estado inmersos en una tremenda guerra política. Existen dos bandos bien diferenciados: por un lado el Gobierno central y por otro el de la Comunidad Autónoma. Y entre medias, los profesores, alumnos y la educación pública.
A un lado del “ring”, el gobierno central, totalmente culpable por sacar una nueva ley educativa sin consenso, con un montón de dudas y sin ninguna vocación de ser definitiva. Al otro lado, la Comunidad de Madrid contrarrestando cualquier iniciativa legislativa gubernamental con un decreto de admisión de alumnos o de blindaje de la concertada. Y entre medias, por supuesto, los docentes de la pública. Porque si hay algo claro en todo este tema es que el Gobierno regional, durante los últimos 20 o 25 años, lo único que ha hecho ha sido apoyar, promocionar y proteger a la educación concertada.
Por todo ello, CSIF educación Madrid reclama un proceso de negociación sincero con la Comunidad e insta al Ministerio a hacer lo mismo a nivel nacional, para resolver tantos problemas sin respuesta como, por ejemplo, el de los recientes ceses de los contratos covid en la región, que ahora mismo acaban de terminar.