El túnel de viento Madrid Fly, situado en Las Rozas, es el más grande de Europa con una cámara de 4,6 metros de ancho y 17 de alto, y cuatro potentes motores que generan una corriente vertical de velocidad regulable entre los 180 y los 300 km/h.
Se trata de un túnel que permite al visitante volar sin necesidad de saltar desde un avión. Aparte de usuarios voladores fun-flyers, muchos paracaidistas también acuden a este rincón para realizar entrenamientos intensivos para sus campeonatos gracias a las dimensiones con las que cuenta el túnel. "La sensación es idéntica a la de tirarse desde un avión, lo único que cambia es que se desarrolla en un ámbito totalmente seguro", ha subrayado en declaraciones a Europa Press Televisión el manager general de Madrid Fly, Marino Kalligas.
Tal y como han detallado desde Madrid Fly, esta experiencia tiene una duración de 2 horas en la que se imparte una clase teórica de 20 minutos y se explican nociones básicas. Tras esto, se les dota de equipación adecuada para realizar esta actividad y se pasa de uno en uno acompañados por un instructor. Según Kalligas, la seguridad es algo que cuidan y miman desde Madrid Fly, ya que controlan el nivel y la velocidad a la que vuela cada visitante.