El proyecto ACAI, aprobado por el Consejo Escolar y financiado por Trama, tiene como objetivo mejorar la convivencia del centro e intervenir en los conflictos que se generen, como por ejemplo la imposición de sanciones a los alumnos o la privación temporal de asistencia a clase.
Así, por ejemplo, los jóvenes sancionados por el profesorado por su conducta en clase podrán acceder al Aula 10, donde se les podrá asignar una tarea relacionada con lo que deberían estar haciendo de no haber sido expulsados del aula o bien volver a ellla tras una reunión con el jefe de estudios. Aquellos que lleven acumulados varios partes de incidencias se incorporarán en grupos de trabajo donde se abordará la conducta conflictiva con el objetivo de modificarla.
Si el alumno no asiste a clase, bien por circunstancias personales o bien por haber sido expulsado temporalmente, podrá acudir durante la séptima hora de la jornada a una sesión donde acordará un contrato con el docente. Ese acuerdo estipulará las conductas sancionables, cuyas condiciones se revisarán a medida que el alumno vaya modificando su comportamiento. También se informa por teléfono al domicilio familiar.
Por último, si un alumno ha sido privado de su derecho de asistencia al centro, los profesionales de ACAI se reúnen con la familia para que esta pueda autorizar su participación en el proyecto de educación social. Las sesiones, a las que el alumno acude solo o en grupos reducidos, se desarrollan fuera del centro y duran aproximadamente dos horas. Allí se llevan a cabo los trabajos académicos encomendados para el período de expulsión y otras actividades que abordan los motivos de la misma. Después se realiza un seguimiento individual de la reincorporación del alumno sancionado para valorar la efectividad de la medida y de la intervención.