El gran ballet clásico El lago de los cisnes reaparece con frecuencia en la cartelera madrileña. Ahora lo hace en el teatro Lope de Vega, los días que descansa El rey león.
Esta vez, a cargo del Ballet Nacional Ruso que dirige Sergey Radchenko. Radchenko fue solista del legendario teatro Bolshoi de Moscú. En 1989 fundó el Ballet Nacional Ruso en un intento de forjar una compañía independiente que reuniera a los elementos más clásicos de las grandes compañías dentro del marco del ballet clásico ruso. Sergey Radchenko, graduado en la Escuela de Danza de Moscú, formó parte como Gran Solista de la Compañía del Teatro Bolshoi durante 25 años. Entre los numerosos roles que encarnó destacan los de danzas españolas, como el Torero de Carmen, para el que formó pareja con Maya Plesietskaya. Sergey Radchenko es invitado habitualmente por teatros y escuelas de todo el mundo para impartir clases magistrales. Desde 1979 es Artista Honorario del Pueblo de la URSS.
El lago de los cisnes, con música de Tchaikovsky, libreto de Vladimir Beghitchev y Vasili Geletzer y coreografía original de Marius Petipa es uno de los títulos obligados en el gran repertorio clásico. Se presentó por primera vez en 1877. Es una historia sobre el clásico enfrentamiento entre el bien y el mal protagonizada por el príncipe Sigfrido, quien se enamora de Odette. Esta joven es víctima del hechizo lanzado por Von Rothbart, que la convirtió en cisne. El príncipe se enamora de ella una noche que se adentra en el bosque para cazar. Odette ha vuelto a la vida pero su amor provoca nuevamente el encantamiento. Finalmente Sigfrido, en su palacio, cae hechizado en los brazos de Odile, el cisne negro encargado de seducirlo y perderlo. La historia tiene un final agridulce. Sigfrido y Odile no renuncian al amor y deciden suicidarse en el lago. Pero su muerte servirá para romper el encantamiento y tras ella las jóvenes que habían sido convertidas en cisnes volverán a su naturaleza humana.

El lago, como El cascanueces, Giselle o La bella durmiente, son obras imprescindibles cada vez que se confecciona un programa de ballet clásico. Las versiones y adaptaciones son numerosas, tanto por compañías clásicas como de danza contemporánea. En Madrid hemos visto varias veces la recreación del Ballet Nacional de Cuba, seguramente la escuela de clásico más reputada después de la rusa. No hemos podido disfrutar de una extraordinaria versión firmada por Matthew Bourne, en la que los cisnes, eran interpretados por hombres. Un espectáculo de gran belleza que se estrenó en Londres el año 1995. Aunque llegó a las grandes capitales de Estados Unidos y Europa, nunca pudo representarse en Madrid.
En esta ocasión podemos contemplarlo con el elenco de este Ballet Nacional Ruso, que lo lleva habitualmente por teatros de todo el mundo. Los solistas son Alexndre Kriukova, María Kluyueva, Azamat Askarov y Nurian Kinerbaev.
Las representaciones de esta breve temporada están programadas intermitentemente hasta el 29 de noviembre. En diciembre la misma compañía, y en el mismo escenario, ofrecerá El cascanueces, clásico navideño por excelencia.