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La alcaldesa estaba poniéndole un café al concejal que, por ir en silla de ruedas, tenía menor movilidad. 
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La alcaldesa estaba poniéndole un café al concejal que, por ir en silla de ruedas, tenía menor movilidad. 

Capítulo 11: 'La visión'

En la enorme mesa redonda que ocupaba la habitación que había sido el despacho del anterior alcalde, de altísimos techos y balcones a Cibeles, y ahora sala de la Junta de Gobierno, estaban sentados todos los concejales.

En un lado una mesita con sendos termos de café y leche y una bandejita con bollos. En la mesa jarritas y vasos de agua delante de cada uno.

La alcaldesa estaba poniéndole un café al concejal que, por ir en silla de ruedas, tenía menor movilidad.

- ¿Qué tal tu niña? Seguro que está ya para comérsela

- Si, Marisa, estamos encantados. Dormir no mucho, pero disfrutando.

- Es una monada –terció una concejala esbelta y de largo pelo lacio, sentada a su lado

- Los bollos están estupendos –agradeció otra bastante voluminosa,

todavía con los carrillos llenos.

- Bueno, ¡qué menos para celebrar que vuelvo con vosotros tras la baja paternal!

- ¡Un valiente! Que, de todas nosotras, es el primer concejal que ha

tomado esta baja –dijo con lenguaje abrumadoramente inclusivo un concejal regordete y de incipiente barba

- Lo normal –aclaró el aludido con evidente falsa modestia

- Bueno, si os parece empezamos –sugirió la alcaldesa. Por cierto, hay que ver qué fea está esta mesa tan grande y tan vacía. Le he pedido a la jefa de protocolo que a ver qué podemos poner al medio para que esté más agradable ¿no os parece? El otro día, en la jornada de puertas abiertas, me cogió del brazo una señora mayor, como de mi edad –aclaró innecesariamente, con una sonrisa- y me dijo que estaba todo muy bien y muy bonito salvo que no había casi plantas. Bueno, le encantaron las azaleas que traje de mi jardín, pero lo demás… Le dí un esqueje y se marchó encantada…

- ¿Quieres que cuente un poco lo de la visita de la gente de Barcelona, Marisa? –le interrumpió un pelín impaciente su jefe de gabinete.

- Sí, claro. Y mientras me pongo yo un café

El joven y espigado jefe de gabinete se caló sus modernas gafas de pasta color rojo, y empezó a leer unas notas de su cuaderno.

- Bueno, como sabéis todos…

- Y todas –le apuntó la asesora de igualdad desde el fondo de la sala

- Ya, Carmen, ya. Lo iba a decir –respondió algo mosca. Y…todas y todes – siguió con un imperceptible retintín- la semana que viene tenemos un encuentro con Ada y una parte de su equipo. Desde Barcelona quieren visualizar la buena relación con Madrid y el hito para la gestión municipal en este país que suponen los ayuntamientos del cambio. Tenemos que escoger los temas que priorizar y el mensaje que queremos transmitir a los medios…

- Bueno, los medios de Madrid, querrás decir, que son todos más de derechas que el agua fría –interrumpió una concejala mayor de pelo blanco y leve acento catalán

- Bueno, del tema medios, prefiero que entre en los detalles la jefa de comunicación. Pero, si no te importa, Reme, sigo.

- Sigue, tú sigue –le contestó medio displicente la anterior. Pero quiero

dejar claro que, como este es un tema eminentemente político, propongo, compañeras, que cuando el jefe de gabinete acabe su explicación nos quedemos los electos para tomar las decisiones ¿no os parece?

- Pero, Reme, si no sabemos todavía lo que queremos hacer. Espera un poco y luego vemos eso ¿no? –pidió otra concejala alta, de aspectos serio y masculino que estaba junto a la alcaldesa

- Bueno, yo opino que lo que queramos hacer lo vamos a decidir los concejales electos –saltó otra concejala de aviesa mirada y rasgos andinos ¿no?

- Bueno, lo que decida la alcaldesa, lo que decidáis –suspiró el jefe de gabinete. Pero si me dejáis seguir, igual nos aclaramos algo… Como os empezaba a decir, y en mi opinión, hay cosas en las que Barcelona está trabajando, ya desde hace tiempo, pero ahora más, en la vanguardia de políticas progresistas, como la vivienda turística o las empresas municipales (como la del agua que van a municipalizar) y en cambio desde Madrid podemos poner las políticas de participación o de movilidad verde…

- A mí me parece que es obligado el tema del equilibrio territorial, el gasto en los distritos, la…- empezó un concejal joven, fornido, de camiseta apretada, pelo cepillo y pendiente en la oreja

- Lo más importante es acordar una estrategia común para oponernos a Montoro y su dictadura del déficit…-terció un concejal de cara redonda como un globo y mullidos mofletes que soportaban unas grandes gafas cuadradas

- Hombre- argumentó el jefe de Gabinete- teniendo en cuenta que en Cataluña tiene otras reglas y que la Generalitat les deja gastos que aquí Hacienda no, pues no sé…

- No importa, estamos hablando de POLITICA -enfatizó el mofletudo concejal

Levantando la vista del papel en el que había dibujado primorosamente unos niños de la mano, la alcaldesa sugirió:

- Yo lo que creo es que lo que hace especial este momento, tras tantos años de políticas de derechas y de corrupción, es que la gente tiene confianza en que se están haciendo las cosas en su interés, pensando en ellos, y ven que pueden participar e influir. Creo que es muy importante demostrar que esta nueva manera no sólo integra a la gente, sino que, aunque es algo más lento y laborioso de hacer, es más eficaz, controla mejor a la burocracia y consigue resultados que mejoran su vida.

- ¡Estoy de acuerdo! –dijo entusiasta la joven concejala de pelo lacio.

Creo que lo que ha dicho Marisa es lo que tenemos que resaltar

- Bueno, Marisa, pero aquí no hemos venido a gestionar mejor, sino a cambiar las cosas. Para hacer el juego a los de siempre, para eso mejor seguir en las calles –discutió un concejal de mediana edad, mirada perpleja y con el aspecto que hubiese tenido Lenin a los cincuenta años…

- Bueno, también tiene razón –concedió la joven concejala

- Pues, fíjate, no estoy de acuerdo. Las cosas se cambian mejorando la vida de la gente, gestionando para los de abajo, que son los que más nos necesitan. Por más que lances proclamas y apruebes normas rimbombantes, si no se ejecutan y no llegan a la gente, nos quedaremos en la pura palabrería. Hay que hacer, hacer y hacerlo pronto. Lo que estáis haciendo, acercando a la gestión pública a la gente que se había descolgado completamente en estos años de PP, es fundamental, la cesión de espacios a los vecinos ordenadamente en vez de la okupación, es importantísimo…

- Bueno, también también tiene razón Marisa…-se desdijo la concejala lacia.

- Y hacerlo bien, que ya sabéis que los del PP, como están rabiosos de no gobernar están poniendo recursos y querellas a manta, a ver si le caen a algún juez de su cuerda y nos fríen… -apuntó despaciosamente la jefa de la asesoría jurídica, como ordenando con las dos manos un cuaderno perfectamente alineado.

- Bueno, ¿vamos concretando? ¿Te parece Marisa, que te preparo un

resumen y ya decidís vosotros… y vosotras –apresuró- los dos o tres temas?

- Vale, si, si os parece lo veo con Antonio y os lo comento para decidirlo esta tarde y se lo decimos a Ada ¿De acuerdo?

Todos los concejales asintieron

- Pero es muy importante lo de los distritos ¿eh? –insistió por lo bajini el concejal con aspecto de marinero

- Sí, no te preocupes, Pacho, que lo tengo en cuenta –le sonrió

pacientemente la alcaldesa

- Buenísimos los bollos -volvió a decir la concejala voluminosa con otro en la boca y guardándose otro en el bolsillo

- Jesús, qué tropa -iba por el pasillo murmurando el jefe de gabinete…

Autor : Luis Cueto.
ilustraciones: Danish Xavier J. Morales B.

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