Madrid se atasca

Como todo esto pasa, y pasará, hay que estar prevenido para paliar las consecuencias y no hacer el don Tancredo, o mirar para otro lado, mientras miles y miles de conductores se ponen al borde de un ataque de nervios; mientras se pierden miles de horas de trabajo, con el consiguiente coste económico. Y el pasado lunes, no hubo reacción municipal ante el caos circulatorio; se dejó que se fura disolviendo, poco a poco, por sus propios medios.

Desde el primer día de mandato de Manuela Carmena he dicho, y escrito, que no sé cuál es su política de movilidad para Madrid, cuál es su proyecto de circulación, sus propuestas, alternativas, o quizá, ocurrencias, aunque de esto último, mejor no hablar, no vaya a ser que se le ocurra que, muerto el perro, se acabó la rabia; o lo que es lo mismo, lo mejor para solucionar el problema del tráfico es prohibir que los coches circulen por Madrid, y punto.

Todavía no sé qué piensa hacer con ese Cuerpo de Agentes de Movilidad, que se me antoja ineficaz en su conjunto desde que se creó, y que no ha sido una buena alternativa a la regulación del tráfico que hacía la Policía Municipal. Creo que los policías municipales deben volver a las calles para dirigir la circulación, porque las cosas no pueden seguir así, una vez demostrada de forma reiterada, la ineficacia cuando se producen grandes atascos y no hay una respuesta por parte de quienes deberían aliviar la situación. A la alcaldesa se le ha culpado del caos del pasado lunes. Quizá sea exagerado, pero no lo es el que no tenga planes de movilidad, ni capacidad de respuesta en situación de inmovilidad. Pónganse a pensar en algo; eso sí, que no sea una ocurrencia, por favor.