Los ayuntamientos de Madrid y Rivas- Vaciamadrid negocian para resolver el litigio judicial derivado del vertido y procesado de residuos en la planta de Valdemingómez por parte del segundo, por el que la capital reclama al Consistorio ripense alrededor de 10 millones de euros. Además, están en conversaciones para que el municipio que preside Pedro del Cura pueda volver a transportar sus residuos a la Villa.
Este conflicto 'vecinal' se gestó hace casi 50 años, cuando Madrid vivía la burbuja inmobiliaria desarrollista y Rivas- Vaciamadrid era apenas un pueblo de 400 habitantes, reconstruido por la Dirección General de Regiones Devastadas. Según explica el exalcalde ripense, José Masa, entre 1967 y 1978 (año en que fue abierto Valdemingómez), camiones procedentes de la capital estuvieron vertiendo ilegalmente -el Pleno del Ayuntamiento lo había denegado- su basura en el que luego se convertiría en el vertedero incontrolado de Autocampo, que llegó a ser el más grande de Europa. Eran terrenos de Dionisio Martín Sanz, procurador a Cortes en etapa franquista. Montañas de basura de treinta metros de altura que provocaron fumarolas nauseabundas, afección de arroyos y contaminación grave de suelos. Solo se convirtió en un problema de primer orden regional cuando, en 2000, se realizó la ampliación del Metro hasta Arganda del Rey.
En un pacto nunca escrito, según Masa, el Gobierno de Enrique Tierno Galván acordó con Rivas que, en forma de compensación, Rivas no pagaría por llevar sus residuos a Valdemingómez. Había otros tratos que compensaban ese pago, como la instalación de la depuradora del sureste en suelo ripense. No obstante, este municipio colindante siempre pidió, en las conversaciones con la capital, una restitución por la basura que la metrópolis abandonó durante años en sus tierras. "Nunca nos reconocieron esa deuda histórica", concreta Masa.
De tal manera que, en 2004, durante la gestión de Masa, el Gobierno municipal de Rivas decidió asumir la descontaminación del terreno sin que la capital se hiciese responsable del asunto. La operación costó 74 millones de euros (50 de la descontaminación de las 30 hectáreas de terreno, la compactación y tratamiento de los siete millones de metros cúbicos de residuos, y el desarrollo de infraestructuras; y 24 para la construcción del recinto ferial, el auditorio Miguel Ríos y las zonas verdes -11.000 pinos y 70.000 metros cuadrados de jardín- que complementan la zona).
Levantar embargos
Al llegar la crisis, Madrid pasó la factura a Rivas por la gestión de sus residuos y de otras deudas históricas. Una factura que ascendía a alrededor de 10 millones de euros. Fuentes municipales de Rivas admiten que se llegó a negociar con el vicealcalde en época de Alberto Ruiz-Gallardón, Manuel Cobo, y con la 'mano derecha' de Ana Botella, Antonio De Guindos, para comenzar a pagar por esta gestión a partir del 1 de enero de 2012. Sin embargo, no se llegó a un acuerdo y, en noviembre de 2012, Rivas decidía empezar a trasladar sus residuos a Alcalá de Henares, con la excusa de que el coste de eliminación de residuos pasaba de 28 a 12 euros. Como respuesta, Madrid judicializó la demanda de la deuda y provocó mediante embargo la paralización de la venta de parcelas propiedad del Ayuntamiento de Rivas.
En el mes de julio, el actual alcalde de Rivas- Vaciamadrid, Pedro del Cura, y representantes municipales de la capital se reunieron para buscar soluciones a los conflictos históricos entre ambos municipios. La portavoz del Gobierno en Madrid, Rita Maestre, concretó a Madridiario que los dos gobiernos municipales habían contemplado en su agenda de temas pendientes la resolución de los conflictos derivados de los vertederos en ambos municipios. "Nos encontramos en vías de interlocución para levantar los embargos como un primer paso para la normalización de las relaciones entre ciudades vecinas. Todavía no hemos planteado el esfuerzo que hizo Rivas para recuperar la zona que hoy ocupa el auditorio Miguel Ríos", comenta a este periódico digital Del Cura, que se reunió a mediados de septiembre con el concejal de Hacienda de Madrid, Carlos Sánchez Mato, para estudiar las salidas económicas al problema. José Antonio Díaz, coordinador municipal de Medio Ambiente de Madrid añade que, en este clima de diálogo, se está en conversaciones para que la basura ripense vuelva a tratarse en Valdemingómez.