El Ayuntamiento de Madrid utilizará el calor de la tierra y la potencia de salida de las aguas residuales para producir energía eléctrica, dentro del plan de uso sostenible de la energía y prevención del cambio climático 'Horizonte 2020'.
El plan ha sido presentado por la alcaldesa de Madrid, Ana Botella, que ha explicado que el nuevo modelo energético planteado reducirá un 20 por ciento la emisión de gases de efecto invernadero, otro 20 por ciento la intensidad energética final respecto a 2011, la misma cantidad la importación de productos petrolíferos, un 50 por ciento la huella de carbono de la flota municipal y un 25 por ciento el consumo de energía en edificios e instalaciones municipales. Por otro lado, aumentará un 10 por ciento la cobertura de necesidades energéticas a partir de fuentes propias renovables y un 20 por ciento la producción de energía en edificios e instalaciones municipales.
El plan desarrollará 33 medidas y 85 acciones relacionadas con la reducción de la huella de carbono, la dependencia energética, el fomento de la generación distribuida, la eficiencia energética y el uso de energías renovables, así como adaptar la ciudad para el cambio climático. Entre otras medidas, ha trascendido el plan Madrid Soterra, que utilizará la geotermia para mejorar la producción energética ecorresponsable en la construcción en la ciudad y la instalación de dispositivos en la red de aguas que aprovechen la energía hidroeléctrica y térmica que genera la gestión de aguas residuales.