Más de un centenar de vecinos de
Torrejón acudió el pasado miércoles a la inauguración del nuevo hospital del municipio en autobuses especialmente fletados para la ocasión de forma gratuita. La mayoría de estos torrejoneros, mayores, aunque con una representación de adolescentes, aplaudieron a rabiar a la presidenta regional,
Esperanza Aguirre, y al alcalde,
Pedro Rollán, agradeciéndoles que la localidad tenga, por fin, el tan esperado gran centro sanitario. A nadie pareció molestar la presencia de tantas personas en un acto al que solo se podía acudir bien con invitación (estuvieron presentes numerosos cargos públicos del Ejecutivo, así como diputados del Grupo Popular de la Asamblea de Madrid) bien acreditado como prensa. De hecho, en el hall del hospital se concentraron, entre autoridades y vecinos, cerca de 200 personas. No sería la primera vez que un Ayuntamiento es señalado por invertir recursos públicos en actos de partido o de propaganda. En otras ocasiones, por ejemplo, ha sido el Consitorio de
Rivas Vaciamadrid, gobernado por IU, el acusado de financiar viajes en autobús a manifestaciones contra el Gobierno de la Comunidad. En cualquier caso, ambas actitudes son difíciles de explicar.
