Es una obra del botánico francés Patrick Blanc que se ha convertido en lugar de parada frecuente de paseantes y curiosos. Encargado por la caja de ahorros catalana para decorar este rincón del eje Prado-Recoletos, la pared vegetal exhibe unas 20.000 plantas naturales de diversas especies, desde rosales hasta albahaca. Las cascadas de plantas, creadas por este botánico, se sujetan gracias a una ensenada de fieltro que cubre la pared. Esa gruesa manta, que sustituye a la tierra, soporta cada una de las plantas, muchas de las cuales empiezan ya a florecer, lo que mejora el espectáculo de esta pared vegetal.
Sobre la manta, que a su vez cubre una estructura de metal que sujeta el sistema horizontal de riego, Blanc dibujó el diseño del jardín, y adjudicó a cada planta un número, para facilitar después la colocación de las especies vegetales. Las plantas se alimentan gracias a una red de riego por goteo transversal que, a su vez, aporta un líquido fertilizante desde el depósito, que bombea el alimento tres o cuatro veces al día gracias a un reloj. Este francés se ha convertido en un referente en cuanto a la innovación en el arte de la jardinería del siglo XXI.