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Un momento de la obra
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Un momento de la obra (Foto: Antonbio Castro)

‘María Callas, sfogato’: una diva nunca muere

jueves 28 de julio de 2022, 18:27h

Sfogato es un término que se acuñó para calificar a algunas sopranos que poseían un registro vocal extenso. María Callas fue una de las grandes divas del siglo XX y, a pesar de los cuarenta y cinco años transcurridos desde su muerte, sigue siendo una leyenda. Las numerosas grabaciones discográficas, y algunas audiovisuales, dejaron constancia de su arte durante dos décadas. Mientras su leyenda artística crecía, sus circunstancias personales contribuyeron al mito y acabaron por convertirla en un personaje trágico.

Alberto Frías como director y coproductor, y Pedro Víllora como autor del libro, rescatan la figura de la cantante en María Callas, sfogato, cuando Callas encontró a María. Este montaje recrea pasajes de su vida, sin que falten la ilustraciones líricas porque el autor desdobla el personaje entre una actriz y una cantante.

María se retiró definitivamente de los escenarios en 1974 tras una serie de decepcionantes conciertos junto al que había sido una de sus parejas artísticas, el tenor Giuseppe Di Stefano. En esa gira visitaron Madrid, en noviembre de 1973, ofreciendo dos actuaciones en el Palacio de Congresos de la Castellana. Ya entonces se iba a ver a las leyendas confiando en que surgiera algún vestigio de su esplendoroso pasado. La Callas no fue una cantante que se prodigara en nuestro país. El cierre del teatro Real para la ópera sacó a Madrid del circuito de grandes producciones. Se mantuvo el prestigio del Liceo barcelonés, donde la soprano dio un recital en 1959. Existe una grabación excepcional de La traviata, cantada en Lisboa por Callas y un jovencísimo Alfredo Kraus. Su -pretendida- rival encarnizada, Renata Tebaldi logró mantenerse en el mundo de la lírica.

Tras retirarse, la Callas se encerró en su piso parisino, donde la prensa empezó a montar guardia esperando recoger alguna imagen de la diva, nunca repuesta del abandono de Onassis. Así estuvo hasta el 16 de septiembre de 1977, cuando falleció sin haber cumplido cincuenta y cuatro años. La posibilidad del suicidio se planteó desde el primer momento. Fue incinerada en el cementerio de Père Lachaise.

(Foto: Antonio Castro)

Víllora sitúa su historia en esos momentos de reclusión y asedio, junto a Bruna, la que fuera su ama de llama de llaves durante más de veinte años. Presenta a la María mujer, consciente de su gloria y del interés que sigue despertando, pero aspirando a vivir con tranquilidad. Una recreación del personaje que ha hecho basándose en testimonios y documentos reales. Mabel del Pozo encarna a María Callas y Anabel Maurín a su ayudante Bruna. Ellas son las que cuentan la historia. Pero están apoyadas por la soprano Eva Marco (también coproductora) que interpreta algunas de las arias más conocidas del repertorio belcantista. Está acompañada al piano por Natalia Belenova.

Marco y Frías fundaron la productora SingUs, para poder desarrollar sus proyectos personales en campo de la música escénica.

María Callas, sfogato, se representa en el teatro Infanta Isabel hasta el domingo 31 de julio.

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