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El Oso y el madroño en su nueva ubicación.
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El Oso y el madroño en su nueva ubicación. (Foto: Antonio Castro)

El oso en el callejero madrileño

lunes 24 de abril de 2023, 17:33h

Con la práctica finalización de las obras de reforma (¿cuántas van ya.?) de la Puerta del Sol, el Oso y el Madroño recuperan protagonismo después de haber sido desplazados unos metros desde su posición anterior. Ahora están más cerca de donde se colocó el grupo el año 1967. La escultura del alicantino Antonio Navarro Santafé, en sus cincuenta y seis años de existencia, ya ha sido trasladada tres veces. Ahora, con unos nuevos bancos de piedra muy próximos a ella, podrá ser escalada con facilidad. No tardaremos en verlo. A pesar de todo, la fotografía delante del monumento, es obligada para todos los visitantes. Pero el oso está presente en otros puntos de la ciudad, en calles, plazas o monumentos. Estos son algunos.

Prosperidad

En 2013 el barrio de Prosperidad celebró el 150 aniversario de su creación como parte del pueblo de Chamartín. Uno de los actos de esa celebración, fue el descubrimiento en la plaza principal, del monumento al Oso y el Madroño, obra del escultor José Ramón Poblador. Allí sigue. por el momento. Ese no fue su emplazamiento original. El 23 de diciembre de 1994 se inauguraba el monumento ante la fachada del Museo de la Ciudad, en Príncipe de Vergara. Se había abierto en 1992 con motivo de la designación de Madrid Capital Europea de la Cultura. Veinte años después, tras una existencia anodina, el museo cerró. Al no tener gran circulación de personas esa zona, se optó por el traslado del Oso unos cientos de metros más abajo. La escultura, que costó cuatro millones de pesetas, tiene una altura máxima de 1,20 metros (sin pedestal) y está realizada en granito negro procedente de Sudáfrica. Tiene unas líneas mucho más modernas que su colega de la Puerta del Sol.

Foto: Antonio Castro

Casa del Pastor

El oso es una figura heráldica protagonista en Madrid. Este animal como emblema del escudo figura en él desde el siglo XIII. La razón es variada según a quien se consulte. Se afirma que había entonces muchos osos en los alrededores; que en la batalla de las Navas de Tolosa, las tropas madrileñas llevaban una bandera con el oso; o que Alfonso XI mató a uno muy grande en el Pardo y decidió incorporarlo al escudo. No faltan quienes lo relacionan con la constelación de la Osa Mayor. Más claras parecen las razones por las que se incorporó el madroño: las disputas entre el cabildo y la iglesia por el aprovechamiento de los terrenos. Se acordó que el municipio aprovechara los bosques y la caza y el clero, los prados. Merece la pena reseñarse el magnífico escudo en piedra que preside la fachada de la que se conoció como Casa del Pastor. Este elemento y unos sillares del antiguo edificio son lo único que se conserva. Está en la calle Segovia, junto al viaducto.

Foto. Antonio Castro

Parque Berlín

Hay un tercer oso monumental -esta vez sin madroño- que se levantó en el Parque de Berlín. Esta vez el oso está de pie, en actitud atacante, con poco más de dos metros de altura. Tiene su historia. El oso también es uno de los símbolos de la ciudad alemana, al menos desde el siglo XIII. En 1966 visitó Madrid Willy Brant, entonces alcalde del Berlín Occidental. Para agradecer la visita, se pensó dedicar un espacio, o un monumento, a Berlín. Los residentes alemanes en Madrid se ofrecieron a costear el monumento al oso, que fue encargado al escultor Antonio Navarro Santafé, el mismo que uno año más tarde haría el de Sol. Costó 132.000 pesetas y también costó encontrar dónde colocarlo. Finalmente se optó, en 1967, por el parque entre las calles de Príncipe de Vergara y Ramón y Cajal. La inauguración oficial se produjo el 9 de noviembre. A partir de ese momento se denominó Parque de Berlín. Tras la caída del Muro, la ciudad envió a Madrid como regalo, unos lienzos del mismo, que se colocaron sobre una lámina de agua en el mismo parque.

Foto. Antonio Castro)

Calle del Oso

En el barrio de Embajadores se abre la calle del Oso, en la que nació el arquitecto Pedro de Ribera el año de 1681. Un poco más tarde, en 1951, también nació allí la cantante y actriz, Ana Belén. Pedro de Répide dice que tomó el nombre por el escudo en la fachada de la casa del hacendado Diego de Vera. Tenía un oso como reconocimiento a un milagro de la Virgen, que salvó a dos niños del barrio de ser atacados por un oso que se exhibía allí. La calle del Oso es el epicentro de las fiestas de San Cayetano a principio de agosto. Los vecinos la decoran profusamente y se convierte en la más fotografiada del verano.

Foto: Antonio Castro

Mural de osos

En febrero de 2020, en contexto de la feria Urvanity Art, se pintó un gran mural en el edificio de la calle Augusto Figueroa, 14. Y en él sus creadores, el colectivo suizo Nevercrew, reflejaron una idílica escena con seis osos. En este caso no eligieron la figura del plantígrado como símbolo madrileño, sino porque ellos están especializados en obras que reflejan la naturaleza. Pero estos oso ya forman parte del paisaje de Chueca, junto a los otros osos humanos.

Foto: Antonio Castro

Homenaje tras la Covid19

Los últimos osos que aparecieron por Madrid, con carácter efímero, fueron los que diseñaron cuarenta artistas para homenajear y recordar a los héroes de la pandemia de la Covid19. Salieron de un concurso convocado con el lema ¡Muchas gracias, Madrid!, al que se presentaron más de quinientas propuestas. El oso ganador fue el nombrado como El cielo de Madrid te ama, de los hermanos Paloma y Vicente Delgado. Se instaló delante del edificio Grassy, al comienzo de la Gran Vía. Las otras esculturas seleccionadas, se distribuyeron por la ciudad y se realizó una gran exposición en los patios del Matadero de Legazpi. Después, desaparecieron del paisaje urbano.

Foto: Antonio Castro

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