La bella Helena se luce en el Bellas Artes

Jacques Offenbach estrenó La bella Helena en París el año 1864. Hoy se considera como el arranque de la comedia musical en Europa. Rápidamente se convirtió en un éxito que se ha mantenido hasta nuestros días. Es una parodia de la huida de Helena de Troya con Paris, que provocó la guerra de Troya.

Muy poco después de su estreno llegó a Madrid, en 1870, al Teatro Circo, que estaba en la plaza del Rey. La trajo una compañía francesa que tenía como estrella femenina a Lucille Tostèe, soprano de los bufos parisinos. Le acompañaba como galán Félix Puget, de la misma compañía. También tuvo un importante cuerpo de baile en el que destacaba Emilia Pinchiara.

Ya en el siglo XX recordamos dos producciones destacadas. En 1979 la produjo el Lliure con Anna Lizarán y Juanjo Puigcorbé como protagonistas. En 1995 la dirigió José Carlos Plaza con Ana Belén al frente del reparto. Tras estrenarse en Mérida se vio brevemente en el teatro Albéniz.

Del festival emeritense llega la nueva versión firmada por Miguel Murillo y Ricard Reguant, que también la dirige. Se han adaptado lo ritmos y los temas a los gustos actuales, resaltando la comicidad del atolondrado Paris, seducido por la bella Helena. Ferrán González es el responsable musical de la versión. La cantante Gisela encarna esta vez a la protagonista mientras que Leandro Rivera es el príncipe Paris. Junto a ellos interviene un nutrido elenco de actores, cantantes y bailarines.

La bella Helena está en el teatro Bellas Artes hasta el domingo 7 de abril.