El nuevo feudo rojiblanco, inaugurado el pasado mes de septiembre y que será sede de la final de la Liga de Campeones de 2019, era uno de los favoritos para albergar la final copera entre azulgranas y sevillistas. Entre otras razones, a su favor jugaba su aforo, superior a los 67.000 espectadores (67.829).
Ahora, la decisión de la RFEF obliga a cambiar los partidos correspondientes a ese fin de semana en LaLiga Santander entre el FC Barcelona y el Villarreal, el Sevilla y el Real Madrid y entre el Atlético, propietario del estadio, y el Betis. Los dos primeros se disputarán el 9 de mayo; faltaría por ver a qué fecha iría el de los rojiblancos y los béticos.
El recién nacido Wanda Metropolitano se prepara para una cita histórica.