Ahora que finaliza el año, todos los runners tienen marcada una fecha en su calendario: el 31 de diciembre. La San Silvestre se ha convertido en una tradición popular que nació en nuestro país en 1964, en Madrid.
Su leyenda se remonta al 1 de enero 1923, cuando el periodista portugués Cásper Líbero fue testigo de una carrera nocturna en París. La curiosidad de esa competición era que los corredores portaban antorchas durante todo el circuito, iluminando el recorrido de una forma jamás vista hasta entonces. En 1924, ya de vuelta a Sao Paulo, Líbero decidió crear su propia carrera nocturna para despedir el año, el día 31 de diciembre, día de San Silvestre según el santoral católico. Esa tradición se mantuvo en el tiempo y se fue extendiendo a otros países, hasta obtener el reconocimiento mundial de hoy en día.