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Fuera caretas: Podemos contra el orden constitucional

Por Alfonso Serrano
miércoles 20 de septiembre de 2017, 10:16h

Según han ido avanzando los días en este loco e ilegal proceso independentista a PODEMOS le ha costado mantener prietas las cinchas para que no se desbocaran sus verdaderos intereses y su auténtica posición en esta cuestión, como pocas, de Estado.

Este grupo político, tan acostumbrado a dar lecciones de democracia, a ser exigentes, por ejemplo en Madrid, con las actuaciones de la Presidenta de la Asamblea, a ponerse a la cabeza del empoderamiento de la gente y a defender al pueblo soberano, ha demostrado su único fin: si no puede destruir lo entre todos construido desde fuera, lo intenta desde dentro.

Asumiendo los llamados partidos tradicionales una importante cuota de responsabilidad en el surgimiento de nuevas formaciones, en el caso de PODEMOS es innegable cómo la crisis (económica y social) ha sido la piedra angular sobre la que han construido su discurso. Pero cuando España crece y crea empleo muy por encima de la media europea y la crisis va quedando atrás, cada vez les es más difícil mantener el discurso catastrofista, ni en las plazas (cada vez más vacías) ni en los escaños (cada vez más acomodados). Si la excusa económico-social para debilitar al “sistema” no funciona, ahora creen (siempre lo han pensado) que la institucional puede servir para quebrar nuestro Estado de Derecho y la unidad (que es la base de nuestra fortaleza) de nuestro país.

El presidente Rajoy dijo en su importante comparecencia que era momento de dejar de lado partidismos y estrategias particular y afrontar unidos este intento subversivo de violentar el orden constitucional. Gran parte de los partidos entendieron el mensaje y lo compartían, como lo compartimos la inmensa mayoría de españoles. Pero PODEMOS no. No ha habido ni un solo mensaje, ni una sola declaración en la que PODEMOS no haya asomado su verdadero interés: atacar al PP, cuestionar al Gobierno y por extensión al sistema. No. No es equidistancia. Existe un debate en el que algunos tratan de defenderse ante acusaciones de equidistancia. No la hay. Cuando ante un ataque al orden constitucional no estás del lado del cumplimiento de la ley, estás en el otro lado. Punto. Cuando aprovechas estos actos ilegales, para derivar responsabilidades por igual a quien hace cumplir la ley y a quien se la salta, pretendes lavarles la cara a unos en concreto.

Sorprende por tanto, el interés de algunos opinadores en que el Gobierno cuente con PODEMOS, con su opinión y apoyo para coordinar respuesta. Pero si uno no quiere que la Generalitat recupere el sentido común y respete la Constitución, sino que los jalea, allí y aquí, ¿cómo contar con ellos? De la misma manera que cómo contar con PODEMOS en el pacto antiyihadista si son ellos los que no quieren entrar, los que se quieren quedar “observando.

Hay momentos determinantes en los que se aparcan diferencias, cada uno se traga sus sapos y se rema conjuntamente para defender lo básico. Hay quienes tenemos claro eso y hay quienes, no es que no parezcan tenerlo claro, sino que lo que tienen claro es el aprovechamiento político que quieren hacer de ello.

Repasemos algunos acontecimientos y la respuesta de PODEMOS.

Se aprueba en el Parlament la ley de referéndum con un procedimiento bochornoso que atenta contra los principios básicos del parlamentarismo democrático. PODEMOS calla.

Se aprueba la ley de transitoriedad con los mismos modos. PODEMOS sigue atacando al Gobierno de Rajoy.

El TC suspende ambas leyes y por tanto el Gobierno actúa para que sigue vigente el Estado de Derecho y no se apliquen leyes no vigentes. PODEMOS se pone de canto, ataca al TC y nuevamente jalea a quienes aumentan la escalada ilegal.

Un juez impide que el Ayuntamiento de Madrid cometa una ilegalidad y ceda un local público para promocionar un referéndum ilegal, y PODEMOS echa el resto y habla de libertad de expresión, dictadura y cualquier otra palabra gruesa que se les ocurra. Por cierto, en esta cuestión hay que detenerse.

En esta democracia que tanto cuestionan, la misma que permite –a diferencia de otras democracias occidentales- quemar banderas, está permitido incluso cuestionar el orden constitucional, faltaría más. La libertad de expresión es un derecho garantizado. Prueba de ello, es que el acto de defensa del referéndum ilegal, se llevó a cabo sin problemas. Lo que no puede pretender PODEMOS es que desde instituciones públicas se fomente eso, sencillamente porque no se puede. Sé que no hay debate, que cualquier dirigente de PODEMOS tiene claro lo que aquí afirmamos, pero como PODEMOS está ejerciendo de mamporrero del independentismo en Madrid no pueden perder la oportunidad de intentar debilitar al Estado de Derecho. Estos “demócratas de boquilla” como Garzón, nos dicen que “aplicar la ley puede agravar la situación”, ellos deciden cuando aplicar o no la ley. Y el sector anticapitalista de PODEMOS (como si todos no lo fueran) afirma que “es legítimo y necesario desobedecer un marco legal” y que el 1 de octubre está en juego si Rajoy sale fortalecido o debilitado. Es su obsesión.

Lo lamentable de este episodio es que por un acto que congregó a apenas unos centenares de personas (cierto que es más de lo que últimamente logra reunir PODEMOS), en un pequeño teatro de una angosta calle de Madrid nos sea presentado como #MadridConElReferendum apropiándose de la voz de la inmensa mayoría de madrileños que, no sólo están en contra de este proceso, sino que están en las antípodas de PODEMOS.

Es la manera de entender la democracia de éstos demócratas. Sólo se aplican las leyes que les conviene. La mayoría social no está representada en los parlamentos elegidos democráticamente, sino en pequeñas calles, en sus propios círculos o lo que diga una red social, cada vez más sesgada, que no sosegada.

Aún con todo, la actitud de PODEMOS ante este reto que tenemos como país, debe servirnos a todos para ver su verdadera cara, sus auténticas intenciones. Lo decía el mismo manifiesto de los anticapitalistas: Si “todo el aparato del Estado es derrotado se allanará el camino para un cambio favorable a las fuerzas populares en todo el Estado”. Traducción, si el Estado fracasa será la oportunidad para que PODEMOS pueda llevar a cabo su proyecto sectario, radical y totalitario, del que cada día tenemos un nuevo ejemplo. No sé si es una buena estrategia para ellos, que los casi 40 millones de españoles nos dirimamos entre nuestro Estado de Derecho y nuestra Constitución o PODEMOS.

Alfonso Serrano Sánchez-Capuchino es Secretario General del Grupo Popular en la Asamblea de Madrid.

Alfonso Serrano

Vicesecretario de Sectorial del PP de la Comunidad de Madrid

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