"Vision-ario"

Bueno… llegó el día: Donald Trump ya está en la Casa Blanca. En su infantil y populista discurso de investidura muchos le han ovacionado porque piensan que resurgirá de sus cenizas el sueño americano, pero el resto del mundo se conformaría con que sólo fuese una pesadilla, porque de las pesadillas uno se despierta y todo vuelve a la normalidad. ¿Pero será sólo una pesadilla? Me temo que no. Trump ha seleccionado minuciosamente a su equipo de gobierno logrando rodearse de tipos de su misma calaña. Por lo tanto, da igual la cantidad de maldiciones anónimas que recibe por minuto para que una mala gripe se lo lleve de este mundo, el daño ya está hecho, porque en caso de no acabar su mandato ya tiene sustitutos para continuar con su paranoia nacional. Posiblemente empachados por las hamburguesas de la ignorancia, el ciudadano medio norteamericano dejó crecer un tumor y ahora se ha convertido en metástasis, como garrapatas adheridas al poder. No bastó con recordarles que cada siglo tiene su gran monstruo genocida, creíamos que ahora en el siglo XXI sería George W. Bush, y su “Evangelio”, nos equivocamos, ahora llegan las “visiones arias” de Donald Trump. En un lado está Putin, al otro Trump, y en el medio todos los demás ¿Qué se llevan bien estos dos “angelitos”? Esperemos que no acabe todo en un duelo a ver quién la tiene más larga y se les ocurra mandar al planeta a hacer puñetas. Curioso: cuanto más necesitan una píldora azul, más ganas les entran de pulsar el botón rojo.