En el juicio, manifestó que su mujer se había suicidado por la depresión que tenía. El fiscal pedía catorce años y seis meses de prisión. El hombre está ciego como consecuencia de las heridas que sufrió el día de los hechos, dado que se disparó.
En su declaración, el procesado contó que eran un matrimonio normal, pero que su mujer sufría altibajos en su carácter por una depresión que sufría. Además, dijo que en algún momento su esposa le manifestó que quería quitarse la vida. "Esa noche cogió una pistola y se la puso en el pecho. Al oír el disparo, perdí el conocimiento y no recuerdo más", manifestó el hombre en cuanto al relato de lo sucedido. Según el fiscal, el acusado vivía con su mujer en Madrid con la que tenía tres hijos, que no convivían con ellos en el domicilio familiar en el momento de los hechos.
En la madrugada del 24 de abril de 2013, mientras la mujer se encontraba profundamente dormida en el dormitorio de la vivienda que compartían como matrimonio, el acusado, empleando una pistola marca Llama, modelo especial para la que no tenía licencia de uso, y con intención de acabar con la vida de su esposa, disparó contra ella a pocos centímetros de distancia de su sien derecha. El disparo le causó la muerte por lesión de centros encefálicos vitales.
En ese momento, el acusado se encontraba profundamente afectado por una depresión de larga duración que había generado conflictos y discusiones con los hijos. Esta situación habría superado al acusado hasta el punto de que decidió acabar con la vida de su mujer.