Aguirre dimite y le deja copia a Rajoy

No hay fin de semana en el que se remanse el mar agitado de la política. Ayer dimitió Esperanza Aguirre como presidenta del PP de Madrid, y lo hizo por responsabilidad política, ante las presuntas corrupciones que señalan a su partido. Aguirre le ha enseñado las cartas a Rajoy: ella se va porque se siente responsable política de esa corrupción que envuelve al PP de Madrid, y con ese gesto parece indicarle el camino al presidente nacional de su partido, le indica que cuando las cosas se ponen feas y sucias, hay que dejarlo todo para que se proceda a una regeneración. Aguirre se va a medias, porque se queda como portavoz del grupo popular en el Ayuntamiento de Madrid, porque entiende que no es cuestión de irse de la política de golpe, sino poco a poco, y que le merece la pena seguir activa.

¿Por qué ha elegido este momento para dejar la dirección del partido en Madrid? Solo ella lo sabe, y conociéndola como la conozco, no va a decir toda la verdad, sino hasta donde pueda leer. Unos aseguran que se marcha antes de que pudiera ser imputada y otros afirman que dimite antes de que se avance en la investigación en Madrid y desde la dirección de Génova se nombre una comisión gestora. Personalmente creo que se va por convicción moral de que es hora de que en la política española empiecen a asumirse responsabilidades, aunque no se sea lícito penal.

Las relaciones entre Rajoy y Aguirre son malas desde hace tiempo, aunque por ambas partes quisieran aparentar lo contrario, especialmente desde que en la confrontación de ésta con Gallardón, el presidente de partido se posicionó a favor de este último. Las discrepancias han ido aumentando y ahora estallan con esta dimisión que deja a Rajoy a los pies de los caballos, en el momento más delicado para el presidente del partido, cuando Aguirre deja escrita una página de dignidad política y le pasa una copia a Rajoy.