Una playa de granito, chorros y tres centímetros de profundidad
jueves 14 de octubre de 2010, 00:00h
Habrá playa en Madrid. Pero poca, por lo que traslució de la presentación que realizó este jueves el alcalde Alberto Ruiz-Gallardón. 2,6 millones y 6 meses de trabajo (entre noviembre y abril) permitirán adaptar 12.930 metros cuadrados
del Parque de Arganzuela para tres 'recintos acuáticos' de 3 centímetros de profundidad, rodeados de granito y con zonas de pradera estancial alrededor.
Una playa urbana que destierra la mítica canción de la Movida gracias a un proyecto que se estructurará a lo largo de 270 metros lineales del río y se dividirá en tres partes: los recintos acuáticos, el área seca de borde de granito y la pradera perimetral arbolada. La zona de baño, propiamente dicha, estará conformada por tres elipses de basalto semipulido con una depresión de tres centímetros, hasta un total de 5.400 metros cuadrados. Sobre ellas se producirán tres efectos: agua pulverizada gracias a 315 nebulizadores, 72 chorros verticales de altura variable y cambiante, y sistemas de inundación que crearán una lámina de agua.
La zona seca de borde será el espacio para broncearse. 1.530 metros cuadrados pavimentados con granito que darán paso a una pradera de 5.000 metros cuadrados y 290 nuevos árboles (sobre todo, chopos y gyngkos), donde los usuarios podrán encontrar sombrillas, tumbonas o sillas para tomar el sol. En todo este espacio, habrá una iluminación muy cuidada, a la que se añadirán los leds con que contarán las elipses acuáticas.
La playa estará rodeada de instalaciones deportivas, culturales y de ocio, como un carril bici, pistas de patinaje, skate, pistas polideportivas, espacios para conciertos y espectáculos al aire libre, así como un centro de interpretación del río Manzanares, todos ellos contemplados en el proyecto Madrid Río. También cuenta con un contrato de mantenimiento del mobiliario urbano adscrito al parque y con una comisaría de Policía Municipal que pretende evitar el vandalismo.