El aumento de casas de apuestas en la Comunidad de Madrid se ha convertido en un problema, en especial las que se sitúan próximas a colegios e institutos por la mayor permeabilidad de los menores de edad a reclamos que, mal gestionados, pueden derivar en problemas de ludopatía y otros riesgos asociados. De hecho, el acercamiento de los jóvenes a este tipo de salas es uno de los temas que, en los últimos años, ha entrado con más fuerza en las agendas de los agentes tutores, una figura presente en las Policías Locales de buena parte de los municipios madrileños que trabaja por la protección del menor, sobre todo en el entorno educativo.