Una pregunta que la inmensa mayoría de padres afronta en un momento dado: ¿Qué deberían estudiar mis hijos? Responderla adecuadamente es un quebradero de cabeza habitual porque de ello dependerá su bienestar futuro. También por eso esta cuestión se repite generación tras generación. La mala noticia es que no hay una respuesta rotunda. La buena, que podemos acertar incluso aunque nos equivoquemos en un primer momento.