Un día se estrena paternidad y al día siguiente el bebé se ha convertido en casi un adolescente y todos los accesorios de su infancia reposan cubiertos de polvo en el trastero. Muchas veces las mudanzas terminan enfrentándonos al hecho de que acumulamos demasiados objetos que ya cumplieron su misión y que sobran en nuestro hogar. Es entonces cuando nos planteamos qué hacer con todo ello. Parientes y amigos suelen ser los principales receptores, aunque recurrir a plataformas de compra-venta también se ha puesto muy de moda. De un tiempo a esta parte la conciencia ambiental y la importancia del reciclaje ha calado en la ciudadanía, de modo que deshacerse en cualquier parte de lo que nos sobra ya no se baraja como opción.
Los puntos limpios, donde se prioriza la reutilización, terminan siendo destino de muchos de estos artículos. Dentro de estos espacios, el servicio ReMAD del Ayuntamiento de Madrid es el ejemplo práctico de lo que se entiende por economía circular. Atesora 26.709 objetos usados en busca de nuevos dueños que les den una segunda oportunidad. La filosofía de esta iniciativa es fomentar el intercambio gratuito entre particulares de productos cuyo destino, de otra manera, sería la basura.
Sobre todo hay juguetes y muebles, aunque en el catálogo también figuran desde libros, videojuegos o instrumentos musicales, hasta bicicletas, una máquina de escribir e incluso un árbol de Navidad, por supuesto, artificial. En la plataforma on line se puede consultar la amplia oferta, que ha experimentado un incremento del 71 por ciento en el número de artículos disponibles en tan solo un año, desde los 11.000 que se anunciaban en noviembre del año pasado.
Un contenedor alberga los objetos del ReMAD en el Punto Limpio de Arganzuela colocados en estanterías ordenadas por las tres categorías en las que se clasifican las donaciones: Hogar, Niños-Bebés y Deportes-Ocio. El cuadro de una menina descansa en la parte inferior bajo una enciclopedia del cuerpo humano y varios lotes de cuentos infantiles. Frente a ellos, una colección de tarros de cocina es vigilada por un Buzz Lightyear dispuesto a despegar en cuanto lo 'ponga en órbita' otro niño. La entrada al almacén la preside uno de los artículos estrella: una bicicleta con ruedines. Aunque tampoco son nada desdeñables la guitarra, la raqueta de tenis o el puño del increible Hulk que esperan nuevas manos. Son una pequeña muestra de algunos de los productos que los usuarios han depositado en este servicio nacido en julio de 2019.
En los dos años de vida de ReMAD los madrileños han reutilizado 23.125 de los objetos entregados, el 86,26 por ciento, y se han dado de alta en este servicio del Área de Medio Ambiente y Movilidad 5.509 personas, un 40 por ciento más desde el último año. En opinión de Víctor Sarabia, director de Servicios de Limpieza y Residuos, esta progresión obedece al "boca a boca". Además, a la buena acogida de ReMAD por parte de los vecinos se suma el reconocimiento como mejor iniciativa pública en economía circular, un premio del Club de Excelencia en Sostenibilidad y BASF.

Así funciona ReMAD
La mecánica del servicio no entraña ninguna dificultad. Los usuarios activos de ReMAD publican en la plataforma los artículos de los que desean desprenderse y los entregan en cualquiera de los 16 puntos limpios fijos de Madrid. Así obtienen puntos para canjear por otro de los productos que el resto de usuarios a su vez hayan donado. Al registrarse en la web suman ya 100 puntos, los mismos que al entregar un objeto, mientras que para retirar otro solo se necesitan 50 puntos. Es decir, una especie de 'dos por uno'.
Salvando las distancias con otras redes de intercambio -"tenemos 6.000 usuarios, seguro que Wallapop tiene muchos más", bromea Sarabia-, quizá sea esa facilidad en el proceso la que lleva a los registrados en este servicio municipal a elegir ReMAD y no cualquiera de las plataformas de compra-venta de segunda mano, sobre todo si lo que buscan no es hacer negocio con sus pertenencias, sino participar en este particular ‘trueque del siglo XXI’.
"Tenemos un perfil de gente muy especial", presume el director de Servicios de Limpieza y Residuos. "Es gente muy concienciada y muy solidaria, no quieren sacar un partido económico a esos objetos, porque para ellos tienen un valor sentimental y quieren que otros los usen". No niega, sin embargo, que también haya quien deposita objetos "para poderse llevar otros gratis, porque aquí puedes dejar la bicicleta del niño y llevarte un mueble, te da igual, porque cuesta lo mismo lo grande y lo pequeño, entiendo que es eso lo que lo hace atractivo".
Aunque no existe un perfil único de usuario de ReMAD, lo que más abunda son las "familias jóvenes con niños", precisa Víctor Sarabia. Luego hay casos que se salen de la norma, "como un mejicano que donó unos palos de golf y unos esquíes comprados durante sus vacaciones, o aquel señor que se le murió el niño al pobre y trajo su bici para que la utilizara otro niño y disfrutara tanto como él la había disfrutado".
Desde el Área mencionan también a otro madrileño que decidió dar en adopción juegos de su infancia, un scalextric, el Exin far west y los primeros juegos reunidos Geyper, y rápidamente se colocaron entre los más cotizados. Tampoco falta quien se acerca a desprenderse de la mecha de un conflicto de pareja, algún regalo poco acertado para un hijo, como esos padres que subieron a la plataforma un triciclo casi a estrenar porque su pequeño no le vio la gracia a dar pedales.
A pesar de que la mayoría de los productos que aparecen en la plataforma proceden de particulares registrados, algunos han sido rescatados casi in extremis por los propios empleados de los puntos limpios. "Cuando se ve algo que sabemos que está en buenas condiciones, se le sugiere a la persona que lo trae que lo suba a la plataforma y normalmente lo hacen", comenta el responsable del servicio. "Si no, hay casos en los que sí los subimos nosotros, porque esto lo hacemos para que ese objeto no se transforme en un residuo"
Los juguetes, estrellas de ReMAD
Lo que más se ve en los contenedores que almacenan los objetos de ReMAD en los puntos limpios son juguetes. No en vano es el objeto que más se dona (6.735), seguido de muebles (2.398) y libros, revistas y cómics (2.168). También son juguetes (5.837) y muebles (2.156) los artículos que más se reutilizan, junto con los juegos de mesa (1.937). Y entre los más demandados, bicicletas, muebles en general y también juguetes.
"Lo que no recibimos ahora mismo son aparatos eléctricos y electrónicos, de los que se enchufan: batidoras, tostadoras... porque todavía no somos capaces de hacer una revisión por un técnico cualificado que le dé una garantía, y para reutilizarlo tienes que tener una garantía", aclara Sarabia no sin trasladar su esperanza de "que algún día lo estén".
Una de las premisas para intercambiar objetos a través de ReMAD es que se encuentren en buenas condiciones de funcionamiento y de higiene. Para garantizarlo "se revisan, se limpian, se desinfectan y se dejan en cuarentena durante siete días", puntualiza.
Por distritos, los puntos limpios con mayor número de objetos subidos a la plataforma son Hortaleza (3.501), Villa de Vallecas (2.634) y Ciudad Lineal (2.606). El de Hortaleza también es el distrito con mayor número de objetos reutilizados (3.287), seguido de San Blas (2.396) y Ciudad Lineal (2.344).
Sin embargo, por usuarios gana el punto limpio de Arganzuela (1.385). Tras él, Chamartín (448), Hortaleza (416), San Blas (378), Ciudad Lineal (390), Moratalaz (378), Carabanchel (299), Barajas (284), Puente de Vallecas (282) y Latina (278).
Todas estas cifras corresponden al comienzo de la semana en curso. Probablemente cuando lean estas líneas habrán aumentado manteniendo la tendencia ascendente de las últimas semanas. El propio Víctor Sarabia anima a contribuir a ello participando en "una iniciativa que tiene sus ventajas claras sobre Wallapop, que tú puedes meterte en un 'mercadito' que te permite conseguir lo que quieres gratis y además que otras personas disfruten lo que tú ya has usado". Lo cuenta con tal entusiasmo que no podemos evitar preguntarle si es usuario. "No, no quiero que nadie pueda decir que 'este espabilado, como es director, se ha cogido la bici'... pero desde luego, en cuanto deje de ser director, es una de las primeras cosas que voy a hacer", anuncia.