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El caso de Navalcarnero es uno de los más preocupa
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El caso de Navalcarnero es uno de los más preocupa (Foto: Kike Rincón)

Desesperación e incertidumbre ante la falta de pediatras en la Comunidad de Madrid

Por Teresa Aísa Gasca
lunes 02 de diciembre de 2019, 18:18h

La Dirección General de Recursos Humanos y Relaciones Laborales del Servicio Madrileño de Salud (Sermas), a través de la Oficina de Prácticas y Empleo (OPE), convocó el pasado domingo un examen para cubrir un cupo de 355 plazas de Atención Primaria pediátrica –241 para la estabilización de pediatras que ya están ejerciendo y 114 para reposiciones por jubilación-. A pesar de que a dicha prueba se presentaron, según datos recogidos por la Consejería de Sanidad, un total de 745 pediatras, cabe la posibilidad de que alguna de las plazas ofertadas quede desierta.

La falta de recursos, la dificultad que supone conciliar con según qué horarios y los amplísimos cupos de pacientes son algunas de las causas que achacan estos especialistas a que a día de hoy haya centros de salud en la región madrileña en los que se atiende a niños de más de seis meses que aún no tienen un pediatra asignado. Fuentes institucionales de la Comunidad, sin embargo, achacan la falta de pediatras en la región y las condiciones en las que trabajan estos especialistas a un problema generalizado en toda España, y que por tanto depende de las competencias del Ministerio de Educación.

Si bien es cierto que toda la Península presenta un problema con respecto al número de pediatras disponibles desde hace ya varios años y que hay localidades cuyas plazas no son las más atractivas, “la situación en la que se encuentran los que ya están trabajando en estos sitios no ayuda a atraer a otros compañeros”, indica el presidente de la Asociación de Vecinos Barrio del Cid de la localidad de Navalcarnero, Víctor Arribas. Padre de dos niños pequeños, lleva varios meses encabezando una denuncia pública sobre la “precaria e injusta” situación que se vive en el Centro de Salud de su municipio.

El caso de Navalcarnero

En conversaciones con este diario, Arribas cuenta cómo su hijo mayor ha conocido hasta el momento más de cuatro pediatras diferentes, mientras que su hijo pequeño aún no tiene, si quiera, un pediatra asignado para su seguimiento. De los aproximadamente 31.000 habitantes de la localidad, casi un 20 por ciento de la población -en torno a 6.100- son niños de menos de 14 años, por tanto menores cuya salud depende del área de Pediatría de los centros de Atención Primaria.

Siguiendo con la media óptima indicada por Asociación Madrileña de Pediatras de Atención Primaria (AMPAP), cada pediatra madrileño debe atender en torno a 1.200 niños. Sin embargo, no es el caso de Navalcarnero –y de los municipios aledaños más pequeños como Villamanta, Sevilla la Nueva o El Alamo, dependientes de este-, en los que cada pediatra atiende a más del doble de menores. Tampoco es el caso de Ciempozuelos o de otras localidades de la zona oeste-sur de Madrid, la más “castigada” de la región en estos términos.

Según explica el navalcarnereño, a día de hoy hay 2’5 médicos de atención pediátrica en el centro de salud de la localidad -dos a jornada completa y otra a media jornada-, cuando el número oficial de pediatras que correspondería al centro, en base al número de pacientes a atender, es de cinco. Lo más grave, relata Arribas, es que hasta ahora una de estas médicos pasaba consulta pediátrica dos veces por semana en horario de tarde, pero su puesto queda vacante a partir del 13 de diciembre y a día de hoy ya no atiende después de la salida de los niños del colegio.

“Nadie ha llamado para cubrir ese puesto”, lamenta Arribas haciendo referencia a una conversación tenida con fuentes del centro sanitario, y asegura a Madridiario que son las condiciones lo que le lleva a las sanitarias a dejar el puesto. Y es que, por ejemplo, una de las profesionales lleva más de tres años enlazando contratos temporales de una duración máxima de tres meses. “No se van porque no quieran ejercer, se van porque tienen una situación contractual muy mala”, sentencia.

Así, cuando alguno de los menores de Navalcarnero requiere de asistencia pediátrica por la tarde, debe ser trasladado hasta el Centro de Salud Parque Coimbra (Móstoles) o al Consultorio Local de Arroyomolinos. “Se tarda aproximadamente 20 minutos en coche particular, casi lo mismo que si vas a urgencias pediátricas del hospital”, explica Arribas, que hace hincapié en las complicaciones que esto supone para “aquellos padres que tienen que ir en transporte público”. En autobús el trayecto puede superar la hora de duración, ya que “tienen que hacer transbordo y las frecuencias son a veces muy largas”, explica, al tiempo que enfatiza en que “no hay que olvidar que estás yendo con un niño pequeño que está malo”.

"Respondemos a nuestra responsabilidad profesional”

La información es corroborada por Mar Rubio, médico de familia del consultorio de Villanueva de Perales, dependiente del Centro de Salud de Navalcarnero. El cupo de pacientes que por lo general atiende en dicho municipio supera los 60 años, pero admite que más de una vez ha tenido que asistir a algún menor de 14 años por petición de los padres y ante las dificultades de obtener asistencia pediátrica en la zona. “Obviamente, los atiendes porque eres médico y puedes valorarlos, pero no estás igual de segura del diagnóstico”, explica Rubio, quien recalca la “dificultad y el estrés” que supone para ella el cálculo de dosis de medicamentos para niños tan pequeños, por ejemplo.

“Suelo decir a los padres que acudan a su pediatra de referencia pasadas 24 o 48 horas de mi diagnóstico, para asegurarme de que no me he equivocado y para que revise al menor”, comenta, al tiempo que señala que es una de las razones por las que también se colapsa de la Atención Primaria.

Asimismo, la médico relata a Madridiario que en una de las últimas reuniones organizadas por la coordinadora de su centro de salud se presentó un documento “protocolo” para la atención de niños en caso de ausencia de pediatras. “Es como una especie de ‘arreglo’ que nos indica que según la valoración que demos a los menores los podemos derivar directamente a atención urgente o, si no es muy grave, indicar a los padres que se trasladen a los centros espejo o que esperen a ser atendidos aquí otro día”, explica.

Este “arreglo” se suma a la figura del ‘médico de Atención Primaria pediátrica’, existente en la Comunidad de Madrid y también en el resto de autonomías. Se trata de un 30 por ciento de médicos de familia que a día de hoy asumen la asistencia del 40 por ciento de los niños madrileños a pesar de no contar con formación específica en Pediatría. Una de estas profesionales es Concha Herranz Calvo, presidenta de la Asociación de Médicos de Atención Primaria Pediátrica con formación pediátrica distinta a la vía MIR (AMAPED).

“La atención primaria de la población infantil en España corre a cargo mayoritariamente de pediatras, pero en todas las autonomías hay problemas para cubrir las plazas estructurales y todas las ausencias”, explica la presidenta. “Ante la carencia de estos profesionales, se ha recurrido desde hace años a contratar a médicos de familia” para suplirlas.

Sin embargo, según relata, “la formación específica corre de nuestra cuenta” y deriva de “nuestra ética y responsabilidad profesional”. La gerencia encargada de asignar estas plazas, indica la médico, solo especifica como requisito para el profesional que aspira a dicho puesto que marque en una casilla de la solicitud en la que se indica que está dispuesto a trabajar en atención pediátrica. “Nada más que eso”, sentencia Herranz.

A nivel contractual, todos están sujetos a la temporalidad y, en caso de ser solicitada la plaza por un pediatra MIR, los profesionales que hasta el momento la ocupaban –independientemente de la experiencia o los años en el puesto-, deben dejarla en pro del especialista. “No contamos con ninguna estabilidad laboral”, indica la presidenta de AMAPED, que además indica que son “una figura que nació como coyuntural y se ha hecho estructural” con el paso del tiempo, aunque su situación laboral no ha mejorado.

“No es algo inevitable”

La respuesta obtenida por la Consejería de Sanidad sobre este relato y, particularmente, sobre la situación de Navalcarnero, es que “no se puede evitar que los pediatras abandonen el centro de salud por ofertas más atractivas en otros centros de salud dentro de la Comunidad”, explica Víctor Arribas. Sin embargo, lamenta que “no es algo inevitable” y que está en manos de las instituciones políticas madrileñas otorgar incentivos para que estos especialistas puedan “quedarse algo más de tiempo y arraigarse al lugar”.

Nosotros proponemos mejorar la situación de los profesionales con incentivos económicos o con incentivos de horario, porque entendemos que si se quiere conciliar es imposible que se cubra toda la tarde. Solo pedimos que los pediatras se puedan organizar sus turnos para que tengamos servicios de pediatría después de que los padres recojan a sus hijos a la salida del colegio y los lleven a la consulta. No es necesario que ese extienda hasta las 21:00 horas ni mucho menos”, admite.

Todo esto ha sido solicitado por escrito y de manera oficial al consejero de Sanidad, Enrique Ruíz Escudero, así como a la gerente de Atención Primaria, Marta Sánchez, y al gerente Adjunto de Atención Primaria, Jesús Vázquez. En la misiva, a la que ha tenido acceso Madridiario, Arribas –en calidad de presidente de la Asociación de Vecinos Barrio del Cid y con el respaldo de otras organizaciones y colegios de la zona- solicita “una reunión urgente, que se produzca en los próximos diez días de la recepción de esta carta” con la que conseguir “soluciones urgentes y lógicas” para salir de la precaria situación en la que se encuentra la atención pediátrica en el municipio.

En la carta, en la que Arribas adjunta 1.400 firmas obtenidas a través de la plataforma change.org con la petición ‘Por un Servicio de Pediatría estable en Navalcarnero’, el presidente lanza una pregunta: “¿Quién de ustedes se haría responsable en caso de que alguna de las pediatras, trabajando bajo el estrés en el que lo están haciendo, tomara una decisión errónea que tuviera unas consecuencias irreversibles para alguno de los niños de Navalcarnero?”.

El miedo de los padres, relata además, es otro: “tememos que una tarde sin pediatra algún pequeño acuda de urgencias y suceda algo grave, porque además los padres nos vamos enterando cuando llegamos con nuestros hijos enfermos al mismo centro de salud de si hay pediatra esa tarde o no”, y explica que “hay situaciones con niños que acuden con dificultades respiratorias por virus o alergias que pueden tener un desenlace fatal”.

Tal y como asegura, por el momento no han obtenido la contestación a la mencionada carta, como tampoco se han materializado medidas después de su intervención y comparecencia en la Comisión de Sanidad en la Asamblea de Madrid el pasado 15 de noviembre, en la que “obtuvimos el respaldo de todos los grupos políticos”. Para Arribas, “la situación actual es desesperada, en especial ante la pasividad y la inminente salida de otra pediatra de Navalcarnero”.

“Es una situación generalizada”

Por contra, desde la Consejería de Sanidad el punto de vista es otro: “En la Comunidad de Madrid, como en el resto de regiones, existe desde hace años un déficit de pediatras en los centros de salud, y la cobertura de las plazas de Pediatría se agrava a medida que se aleja el puesto de Madrid capital, como ocurre en localidades como Navalcarnero”, explican fuentes institucionales a Madridiario, y añaden que “se trata de un problema que tiene que abordar el Ministerio de Sanidad en colaboración con las autonomías”.

Asimismo, subrayan que “todos los menores de la Comunidad de Madrid están siendo debidamente atendidos en su centro de salud por pediatras o médicos de familia absolutamente cualificados”, y añaden que “pese a la dificultad que supone localizar sobre todo a pediatras, la Gerencia Asistencial de Atención Primaria trabaja intensamente para cubrir todas las plazas de Pediatría”. Así, desde la Consejería aseguran que “en los últimos tres años se han creado 59 plazas de Pediatría en los centros de salud de nuestra comunidad”.

Este mismo martes, además, la Consejería de Sanidad ponía en marcha una medida de "prolongación de jornada" de médicos de familia y pediatras, del 2 de diciembre al 8 de enero, que consiste en la realización con carácter voluntario de un módulo de cuatro horas adicional. Según explicaron a Europa Press fuentes de la Consejería que dirige Enrique Ruiz Escudero, la medida fue presentada en Mesa Sectorial el miércoles 27 por la Gerencia de Atención Primaria.

Tal y como detallaron, el módulo contará con una remuneración de 200 euros en total -es decir, 50 euros por hora- y aseguraron que la medida de prolongación horaria se activa por el Director de centro, una vez solicitado un suplente, y "siempre y cuando no sea posible su cobertura por un médico suplente". También precisaron que "pueden participar fijos, interinos y suplentes/eventuales de ese centro o de cualquier otro que estén en activo en Atención Primaria".

Al respecto de esta última medida, la plataforma ‘Atención Primaria (AP) Se Mueve’ manifestaba a través de un comunicado que si bien se trata de "un prometedor paso adelante, al retribuir estas horas de exceso de jornada a un precio atractivo para los profesionales, más a tono con otras comunidades autónomas", es un gesto que consideran "insuficiente" ante la carencia "estructural de las plantillas de atención primaria, debido al presupuesto insuficiente y a la falta de previsión".

"Solicitamos un documento aclaratorio completo y transparente con directrices claras para su aplicación, contemplando las excepciones y evitando agravios comparativos", agregaba ‘AP Se Mueve’, que advertía que "lo limitado de la medida evitará que se beneficien los suplentes que de forma habitual (el resto del año) completan la insuficiente plantilla y ayudan a sacar adelante las necesidades de los madrileños".

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