Mitad arte mitad leyenda, el 'Shoefiti' se puede observar ya en algunas calles del distrito de Usera, en la zonas de Pueblo Nuevo o Quintana, Tetuán, en Ciudad Lineal, o en determinados municipios como Móstoles.Este fenómeno, que tiene réplicas en Gran Bretaña, Australia, Nueva Zelanda, Argentina, México, Ecuador, Italia o Irlanda, nació en las zonas urbanas de Estados Unidos y Canadá.
En un principio se decía que esta práctica fue creada para señalizar los lugares en los que se vendía droga o para recordar a los jóvenes pertenecientes a bandas latinas que habían sido asesinados en alguna refriega. Pero éstas no son las únicas explicaciones que se le da al fenómeno.
Hay quien piensa que el lanzar zapatos o zapatillas a los cables de luz o de teléfono tiene que ver con la celebración del fin del curso escolar, con un anuncio de boda o simplemente con el hecho querer dejar una huella personal en la ciudad. Algunos barrios americanos suelen emplear esta práctica para recordar a alguien que ha fallecido recientemente, para lo que lanzan sus zapatos a las ramas de un árbol con la creencia de que cuando su espíritu vuelva pueda caminar.