Los alumnos del grado de Sonología del Real Conservatorio Superior de Música de Madrid se concentraron este martes para denunciar el abandono de la enseñanza artística superior en tecnología musical por parte de la Comunidad de Madrid. Los estudiantes explican que la dotación económica, puesta en marcha en 2019 y destinada a esta especialidad musical, se encuentra paralizada. Por este motivo, una veintena de alumnos afectados no se movieron de la puerta del Conservatorio en el transcurso de 12 horas.
La movilización, convocada por la Asociación de Estudiantes del Conservatorio, llega tras cuatro años de "promesas incumplidas" para acercar la tecnología a la música, la base de la Sonología, la especialidad en la que se matricularon. Actualmente, la primera promoción de esta especialidad se encuentra en el último curso de la carrera y aspira a titularse sin haber cumplido los contenidos oficiales. Denuncian el abandono de la Dirección General de Universidades y Enseñanzas Artísticas, de la que depende el centro. Y los intentos de encauzar la situación por parte de profesores y estudiantes no han conseguido solucionar el problema.
David Lima es uno de los alumnos de último curso. Recuerda que está en marcha "el 50 por ciento de lo que se nos prometió hace cuatro años y el resto no lo hemos podido ver". Los estudiantes se quejan de la falta de contenidos relacionados con la espacialización del sonido, ya que no disponen de los equipamientos y los lugares físicos donde aprender y practicar esta disciplina.
Pero la gota que ha colmado el vaso y que les ha animado a convocar la huelga ha sido el cambio de las guías docentes: "A espaldas de los alumnos", aseguran. Los alumnos han descubierto que la dirección del Centro "estaba contactando con el profesorado para cambiar las guías docentes y así no aportar los recursos necesarios. Lo que querían era transformar el grado en otra cosa".
"Salimos sin los conocimientos necesarios"
A la hora de exigir responsabilidades, los estudiantes explican que la dirección del Conservatorio y la Consejería de Educación "se culpan mutuamente prolongando esta situación de precariedad formativa". Sofía Sainz también es alumna de último curso: "No hemos recibido la formación para la que nos matriculamos. Terminamos la primera promoción sin los conocimientos necesarios para graduarnos". La situación se agrava todavía más si se tiene en cuenta que el coste anual de la matrícula para estos estudios ronda los 12.966 euros, aunque la mayoría de alumnos paga alrededor de 1.300 gracias a la bonificación en función de la renta familiar.
El objetivo principal de los manifestantes pasa por intentar que la situación mejore y servir de ejemplo al resto de especialidades. Una vía para visibilizar que "este centro no tiene los recursos necesarios para la calidad y la excelencia que venden", recuerda Sofía.
"Hemos visto la mitad de lo que nos prometieron"
Tras varios escritos enviados, tanto a título personal como desde Enseñanzas Artísticas, no han recibido respuesta. Los estudiantes se sienten ignorados: "Estamos ante una institución pública que nos abandona, parece que no existimos y queremos que se nos escuche", sentencia una de las alumnas.
La asociación estudiantil del centro afirma que existen situaciones similares en otras especialidades del centro y aseguran que "el abandono de la educación pública de calidad viene acompañado del imparable ascenso de las alternativas privadas, capaces de aprovechar la desventaja en la oferta educativa en una comunidad donde la formación artística parece ser un adorno en el espacio público".
Desde la Consejería de Educación aclaran a este diario que "la especialidad Sonología fue implantada por la Comunidad en el Real Conservatorio Superior de Música de Madrid hace 3 años, de modo que este curso titulará la primera promoción". Asimismo, trasladan que cuando se autorizó la especialidad, se dotó al centro de los recursos, tanto materiales como humanos, para atender las enseñanzas debidamente, pero "pasados estos tres cursos pidieron más recursos y no realizar cambios en las guías docentes, ante lo que la Consejería de Educación solicitó un informe a la Inspección Educativa y al propio centro para actuar en consecuencia".
Fuentes de la Consejería sostienen que "dado que es un tipo de estudios en los que la tecnología cambia de forma muy rápida, se ha tomado la decisión de contar con recursos externos mientras se actualizan los propios". Respecto a la actualización de las guías docentes, explican que "es algo que corresponde al profesorado que imparte las asignaturas y no se ha observado ninguna irregularidad".