Escondido a la sombra de la sierra, Navalquejigo es uno de esos pequeños poblados desconocidos cuyas calles y edificios, si tuvieran ojos y boca, podrían contar sendas historias sobre su existencia.
El Libro de Montería de Alfonso XI menciona por primera vez el nombre de Navalquejigo en 1273, aunque se cree que la aldea surgió en el siglo XII. Tras numerosas idas y venidas entre los siglos, en 1798 el pueblo gozó de la categoría de ‘villazgo’, con su Casa Consistorial, picota e incluso cárcel.
El siglo XIX supuso su completa decadencia, perdiendo tierras comunales, población y patrimonio. La familia Arroyo, perteneciente a la burguesía madrileña, fue comprando todas las fincas hasta que el pueblo se quedó abandonado, aumentando así el deterioro de edificios importantes como la Iglesia de la Exaltación de la Santa Cruz, incluida en la Lista Roja de Patrimonio de la asociación Hispania Nostra.
Su repoblación por parte de okupas que devolvieron la vida a este pequeño poblado no ha conseguido que los bienes que integran Navalquejigo sigan descomponiéndose.
Es por ello que desde el PSOE El Escorial, junto a la Plataforma Salvemos Navalquejigo –integrada por 11 asociaciones– ha presentado en el Ayuntamiento de El Escorial –localidad a la que pertenece Navalquejigo– una solicitud para llevar a cabo un Pleno Extraordinario en el que se reconozca como patrimonio municipal los bienes y calles que integran este poblado para así poder salvarlos.
Los principales elementos que se quiere salvar son, además de la iglesia, la Plaza Mayor del poblado –donde se encuentran las ruinas de la Casa Consistorial, la picota y el abrevadero–, el Corral del Concejo, la Plaza de Toros, el potro de herrar y las casas herrén –casas serranas cuya tipología se remonta a la Edad Media–.
Asimismo, para ayudar a la conservación de estos lugares, desde el partido han presentado para su debate otras cuestiones como la elaboración de un informe técnico para reconocer de manera municipal la existencia del patrimonio público en Navalquejigo; el inicio de los trámites para regularizarlo e inscribirlo y trasladar el informe a la Dirección General de Patrimonio Cultural de la Comunidad de Madrid; suspender cautelarmente todas las actuaciones urbanísticas en la zona por si pudieran realizarse en suelo público; y recepcionar como zona urbana consolidada las calles de Navalquejigo para que en ellas se implementen los servicios públicos que exige la ley, además de incluirlas en el catálogo municipal con esta nueva condición.
Un patrimonio en peligro de extinción
“Tenemos un patrimonio muy importante que lleva 30 años con una decadencia terrible”, comenta Michael Harris, presidente de la Asociación Entorno Escorial, a Madridiario. Las reivindicaciones para salvar Navalquejigo arrancaron en 1999, tomando el testigo a lo largo de todos estos años diferentes asociaciones de la zona hasta conformarse la Plataforma Salvemos Navalquejigo.
“Desde hace dos años llevamos la campaña y empezamos a mandar escritos al Ayuntamiento de El Escorial y no nos respondieron, y luego en 2019 estuvimos en la Comunidad de Madrid, en la Dirección General de Patrimonio Cultural. Hablamos con los técnicos, enviaron a personas para ver la Iglesia y mandaron un requerimiento al Ayuntamiento. El Ayuntamiento sigue sin hacer nada. Dicen que no saben quién es la propiedad”, relata.
La constructora EDISAN es la que cuenta con parte del terreno, y desde la plataforma instan al Ayuntamiento a hacer algo, sea reclamar la titularidad pública de los bienes como obligar a la constructora a hacerse cargo de su conservación o tomar cartas en el asunto, encargarse desde el Consistorio de las obras y, después, pasar la factura al propietario.
“La ley es muy clara en ese sentido. Si el propietario no hace las obras para consolidar los edificios, el Ayuntamiento tiene la obligación de hacer las obras ellos y luego cobrar al propietario. No entendemos que las administraciones no respondan, porque es un deber obligar a los propietarios a conservar las ruinas”, justifica Harris.
Lo que más preocupa a las asociaciones es el estado de la iglesia, que data de los siglos XII-XIII y cuenta con elementos de una iglesia fortificada del s. XIV, lo que la convierte en la primera iglesia fortificada de la Comunidad de Madrid.
“La nave está mal, antes tenía columnas. Hay una cabecera que hace unos años estaba perfecta, el tejado estaba bien, tenía pila bautismal y en los años 90 se hacían misas allí. Ahora mismo hemos notado un deterioro muy importante. Hay un boquete enorme en el tejado por el que entra la lluvia y el techo se ha caído”, lamenta el presidente de Entorno Escorial.
Por otro lado, subrayan que Navalquejigo es el único ejemplo de un poblado medieval que no ha sido alterado; un “conjunto especial” que, gracias en parte a los okupas, se ha conservado en cierta medida.
“Ellos, indirectamente, han ayudado a conservar las casas herrén que han okupado, si no, en 30 años no existiría ni una piedra. En ese sentido, el abandono habría sido total y ya estaba pasando en los años 90, que había vandalismo y la gente robaba elementos”, defiende.
“Lo que pedimos es la urgente intervención de las administraciones públicas y la declaración de bien de interés patrimonial de la iglesia y todo el conjunto del pueblo. Luego, es zona que a largo plazo se puede urbanizar, pero considerando el patrimonio”, pide.
“No entendemos que las administraciones vean esto como un estorbo, porque para Madrid es un patrimonio increíble y para El Escorial el patrimonio más antiguo que hay de arquitectura, único que existe en la Comunidad de Madrid y el conjunto más antiguo. En la Edad Media en El Escorial como pueblo no había nada, mientras que en Navalquejigo había un asentamiento importante”, añade.
¿Titularidad pública o privada?
A pesar de que en el Pleno municipal del 11 de noviembre de 1993 se dictaminó que la titularidad pública de los bienes de Navalquejigo pertenece a El Escorial, el Ayuntamiento defiende que no es así.
“Los bienes de dominio público son inembargables, inalienables e imprescriptibles, y por ello los edificios y lugares públicos del término de Navalquejigo, siguen perteneciendo a Navalquejigo, y por tanto al Ayuntamiento de El Escorial. Asimismo corresponde a los ayuntamientos como deber inexcusable, la defensa de sus bienes”, reza el acta del mencionado Pleno.
Desde el Grupo Municipal PSOE denuncian que, hasta el 17 de septiembre de 2020, desde el Consistorio no se habían pronunciado sobre ello y, sin aportar documentos que lo acrediten, respondieron a la Asociación de Vecinos ALANA –una de las integrantes de la Plataforma Salvemos Navalquejigo– que “la iglesia y los terrenos que esta ocupan son de titularidad privada. Esta administración dictó con fecha 30 de agosto de 2019 una resolución por la que se ordenaba al propietario la realización de un proyecto de conservación de la iglesia. Los intentos realizados han resultado infructuosos y hasta la fecha el titular ha incumplido sus obligaciones en materia de protección del patrimonio”.
El portavoz del partido, Cristian Martín, explica a Madridiario que, en la década de 1870, Don Pedro Arroyo Ruiz fue comprando varias fincas, prados y herrenes del poblado, y a raíz de ello, las calles, “que tienen las características de inalienabilidad, inembargabilidad e imprescriptibilidad”, pasaron a denominarse ‘calles de servicio’ y todas estas propiedades compradas por Arroyo pasaron tras su muerte a sus herederos.
“Nos sorprende porque durante el s. XX diversas actuaciones municipales constatan que estas fincas son públicas, tanto las calles como la iglesia, que está en un estado de deterioro y falta de conservación notable”, señala Martín, mencionando algunas de estas actuaciones, como la concesión de licencias de obras públicas, la realización de fiestas municipales o el pago de diversas tasas.
“Lo que perseguimos con esta iniciativa es que el Ayuntamiento reconozca de una vez por todas que el patrimonio de Navalquejigo es público sin perjuicio de las fincas que estarían en propiedad de particulares y por tanto proceda a su inmediata conservación y protección, dando cumplimiento a la Ley de Patrimonio de la Comunidad de Madrid”, agrega.
Martín se remonta a la moción aprobada en 1993, denunciando la pasividad del Partido Popular, al frente de la Alcaldía en los últimos años.
“No entendemos cómo el Ayuntamiento, gobernado por el Partido Popular en los últimos años, en las distintas respuestas que ha dado a requerimientos de diversas asociaciones que han luchado por la protección del entorno se remita a que la propiedad es privada y que solo cabe requerir a los propietarios para que conserven la zona, cuando realmente, tanto a efectos tributarios como incluso por una moción que se aprobó en 1993, se constató la titularidad pública de estas calles y bienes que conforman el poblado de Navalquejigo”, apunta.
Desde el PSOE todavía no han recibido confirmación de si se celebrará este Pleno Extraordinario o no, aunque debe celebrarse dentro de los 15 días hábiles tras la solicitud, realizada el miércoles, 24 de marzo.
Madridiario se ha puesto en contacto con el Ayuntamiento de El Escorial para contar con su testimonio, pero desde el Consistorio han decidido no dar declaraciones sobre el asunto hasta que no posean los correspondientes informes técnicos.
El Palacio de Monesterio, ejemplo de recuperación

El Palacio de Monesterio, en San Lorenzo de El Escorial, es un ejemplo de ‘final feliz’ en esta lucha por preservar edificios con un gran cariz histórico. Construido en 1611, aparece citado en el Libro de Montería de Alfonso XI como una magnífica zona de caza tras ser despoblada la zona por orden de Felipe II para este propósito.
El 25 de octubre de 2013 entró en la Lista Roja de Patrimonio por el estado de sus ruinas, con peligro de derrumbe. El trabajo de denuncia de las asociaciones consiguió que finalmente se procediese a su recuperación y saliese de esta lista en abril de 2018.
“El Palacio de Monesterio estaba fatal, cayéndose, y después de varios años de presión de las asociaciones locales, la Comunidad de Madrid obligó al propietario a consolidar las ruinas y fue un gran éxito. El palacio está conservado como es, con las ruinas”, recuerda Michael Harris como una victoria ante los diferentes planes urbanísticos que estaban previstos en la zona, al igual que hoy en día en Navalquejigo.
“Desgraciadamente lo que quieren es que no haya nada, porque hay planes urbanísticos. En Monesterio también los había, y al final fracasó. En Navalquejigo no quieren que haya patrimonio porque es un estorbo para construir adosados”, delata Harris.
Desde Entorno Escorial y las otras diez asociaciones que integran la Plataforma Salvemos Navalquejigo se apegan a este ejemplo como guía para conseguir lo mismo con Navalquejigo: “Siempre hay que ser optimistas”, sentencia el presidente de esta asociación.