En la resolución, se relata que la paciente, de 45 años, acudió a Urgencias en septiembre de 2008 tras sufrir una caída en su casa. Entonces no se le diagnosticó fractura de calcáneo izquierdo, a pesar de que se podía observar en las radiografías. Tampoco se le trató correctamente en la asistencia que recibió en octubre de ese año en una consulta de traumatología. En las radiografías que le fueron realizadas, no se visualizaba correctamente la articulación subastragalina posterior, que hubiera diagnosticado el problema.
Ahora, la paciente precisa el uso de calzado especial para su actividad cotidiana y no puede caminar mucho tiempo ni por terreno irregular. Padece una cojera por el pie plano (pierna 1 cm más corta) y llegará un momento que si no se reconstruye el pie será inevitable una intervención quirúrgica.
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